CASTELLÓ (EP). La consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, ha destacado que, dentro de los objetivos del Consell, "está establecer unas rutas de los lugares de la memoria donde todo el mundo pueda conocer la historia más reciente".
La consellera de Participación ha visitado el municipio de Villamalur (Castellón), en el Alto Mijares, que alberga unas trincheras de la Guerra Civil, en el marco de las actividades del Seminari de Govern-Estiu 2019 del Consell en Montanejos, según ha informado el Consell en un comunicado.
Pérez Garijo ha afirmado que la memoria democrática "es una tarea fundamental para nosotros y visitar los lugares de la memoria es hacer partícipe a la ciudadanía de lo que significa la historia más cercana y más oscura de nuestro país".
La consellera y el alcalde de Villamalur, Juan Bautista Gimeno, han realizado un recorrido hasta la nevera de Cuatro Caminos, depósito de nieve del siglo XVIII. El acceso a las trincheras ha resultado inviable debido a las elevadas temperaturas registradas en la zona.
La población de Villamalur fue tomada el 24 de julio por fuerzas de la 1.ª División nacionalista. Delante tenían las Brigadas Mixtas 116, 117 y 118, que conformaban la 25 División republicana, la cual ocupaba las posiciones del Cabezo, entre otras del sector.
El 25 de julio, el Ejército del Ebro atravesaba el río y la 1.ª División era requerida con urgencia para actuar en aquel otro escenario. Desde este momento, Villamalur quedaba guardada por la 108.ª División nacional, que en días sucesivos penetraría a través de la zona denominada Pinares de Villamalur para formar una línea de resistencia estable más allá del vértice Cabezo, ahora ya en manos franquistas, durante el resto del conflicto.
Las trincheras de este municipio del Alto Millares forman parte de la línea XYZ o línea Matallana, formada por casi 150 kilómetros de trincheras, búnkeres, parapetos, nidos de ametralladoras y refugios, representando la mayor línea fortificada de la historia de España.
Las trincheras del Cabezo en Villamalur se encuentran en perfecto estado de conservación y parece evidenciar que fueron precipitadamente abandonadas ante el peligro de fuego por parte de las fuerzas fascistas, y por eso no debieron de sufrir grandes desperfectos.