CASTELLÓ. El emprendedor Emilio Sánchez, titulado en Ingeniería Informática por la Universitat Jaume I de Castelló y cofundador de la empresa Z1 promueve, junto al equipo del que forma parte, el uso de tecnologías punteras en el desarrollo de la ingeniería y el diseño de empresas emergentes.
El egresado de la UJI es director de tecnología (CTO) del estudio internacional de creación de productos digitales Z1, empresa que fomenta y practica las ventajas del trabajo en remoto, prueba de ello es que Sánchez reside y trabaja desde una localidad de la provincia de Castellón.
"Hoy en día tenemos herramientas suficientes –explica- para que el trabajo en remoto no sea una utopía. Mi caso demuestra que trabajando así puedes progresar en tu carrera exactamente igual que de forma presencial. Yo no empecé siendo CTO, empecé desarrollando en remoto, adquiriendo mucha experiencia día a día y, finalmente, dando el salto a montar una empresa con dos amigos. Las ventajas son muchas: mejor conciliación familiar, libertad para elegir tu estilo de vida (un pueblo pequeño y tranquilo o una urbe bulliciosa), puedes seguir cerca a los que te importan e intentar dejar una pequeña huella en tu localidad".
Sánchez fue fundador, junto con Héctor Giner y Carlos Tabasco, del estudio Z1, que ayuda a emprendedores y emprendedoras a mejorar sus ideas y hacerlas rentables. La firma sevillana, que empezó en 2015 con cinco trabajadores, cuenta en estos momentos con alrededor de unas 50 personas empleadas y más de cuarenta proyectos en países como Canadá, Estados Unidos, España y Corea, en campos tan diversos como el podcasting, la educación y el sector inmobiliario.
El éxito del equipo de trabajo, que ha triplicado su facturación en los últimos dos años y crece a un 300%, les permitió en 2019 incorporarse al fondo de inversión canadiense Tiny, que cuenta con trabaja con algunas las empresas más potentes del sector del diseño y desarrollo de productos digitales en el ámbito internacional, como Google o Facebook. Z1 está especializada en la provisión de un equipo técnico (ingeniería y diseño) para ayudar a las empresas emergentes a desarrollar sus ideas gracias a las capacidades de un equipo multidisciplinar para la investigación y el desarrollo de productos digitales.
Emilio Sánchez fue alumno de la universidad pública de Castellón en la titulación de Ingeniería Informática. En su opinión, las universidades aportan tres pilares básicos al futuro professional del alumnado. «En primer lugar, una visión amplia del campo de conocimiento. La tecnología, las ingenierías y la informàtica, en especial, abarcan muchos aspectos, aunque irremediablemente al final tienes que acabar especializándote.
Esta visión amplia es fundamental en el rol de CTO, ya que todas las decisiones tecnológicas pasan por sus manos. La Jaume I me aportó el conocimiento suficiente como para profundizar en ellas si es necesario».
En segundo lugar, el directivo señala la capacidad analítica y de resolución de problemas porque "durante la etapa universitaria, el alumnado logra crear unas estructuras mentales que permiten abordar cualquier problema con éxito, aunque sea la primera vez que se enfrente a algo parecido", amplía.
Y, por último, destaca la creación de una red de contactos, "siempre estaré agradecido a todas las personas con las que coincidí. Tanto compañeros y compañeras de carrera como de otras titulaciones, profesores y profesoras que dejaron huella y asociaciones estudiantiles. Mis primeras oportunidades profesionales surgieron de esa red de contactos, muchas de ellas gracias a la Asociación de Informática. Posteriormente también me fue de utilidad el contacto con antiguos profesorado e incluso hoy en día recurro a estas redes cuando buscamos un perfil para contratar en Z1".