CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló está agilizando toda la tramitación para, después de varios meses, poder licitar cuanto antes la retirada de la cruz del Ribalta. Tal y como avanzaba este periódico, se trata de una apuesta por "cumplir con la Ley de Democracia", tal y como ha afirmado el portavoz del equipo de gobierno del Fadrell, José Luis López.
El responsable socialista advierte que "el decreto ya se está tramitando y tiene que cumplir la ley ya que se entiende que esta cruz es un monumento de la época más oscura de nuestra historia" por lo que ha recordado que "ya se estaba tramitando el verano pasado pero los diferentes recursos de Abogados Cristianos hiceron que se parara pero, como se han archivado todas, seguimos en el proceso de eliminar esta cruz".
La retirada de este monumento supone un hito para el equipo de gobierno ya que la cruz se instaló en este parque, el más importante de la ciudad, durante el franquismo y como símbolo de los caídos. Pese a que para el colectivo Abogados Cristianos la cruz posee solo una identidad cristina, la Ley de Memoria Democrática y los informes aluden a que es un símbolo franquista.
Junto a la retirada, y la entrada del monumento al obispado de Segorbe-Castellón, está la intención de recuperar el jardín, tal y como contemplará la licitación del proyecto urbanístico y devolver el "estado original" del parque "tal y como estaba en 1926".
Así lo explica el informe que acompaña a la licitación que se aprobará en breve en junta de gobierno local. De hecho, el informe municipal hable de "un jardín romántico" y de recuperar especies de árboles que en su momento había en el Ribalta pero que ya no existen. En concreto, cedros, cryptomeria japonesa y pinos canadienses de los que "hay constancia que en su día estaban en el Ribalta" y ahora ha desaparecido.