Toledo (PP) lamenta que el Fadrell aproveche Magdalena y Pascua para retirar la Cruz del Ribalta 

CASTELLÓ. El portavoz adjunto del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Sergio Toledo, ha lamentado que el gobierno de la ciudad de Castelló aproveche la Magdalena y la Pascua para derribar "de tapadillo" la Cruz del Ribalta "por puro sectarismo". 

Así se ha pronunciado, después de que el equipo de gobierno tripartito de PSOE, Compromís y Podemos hayan licitado los trabajos de derribo de la Cruz del Ribalta, "unas tareas que nos van a costar casi 60.000 euros a todos los castellonenses, tal y como figura en el contrato que se está ofertando".

Para Toledo, es "muy sintomático que un proyecto tan polémico como este se esté gestionando por parte del equipo de gobierno de Amparo Marco cuando los castellonenses están en otras cosas, en la celebración de las fiestas fundacionales de su ciudad, o pensando dónde pasarán sus vacaciones de Semana Santa y Pascua". Opina así a la vista de los plazos que se manejan: se licita a pocos días del inicio de las esperadas fiestas de la Magdalena, y el plazo para la presentación de ofertas termina el 28 de marzo". 

"Es una muestra más de la transparencia y de la falta de respeto que la alcaldesa de la ciudad tiene por los castellonenses. Cada vez que sabe que hay contestación social, Amparo Marco ningunea a los vecinos y no les consulta su opinión, como también estamos viendo en la reforma de la avenida Lidón o próximamente en la de la plaza La Paz, y volverá a quedar más que patente con los planes de peatonalización del centro, que afectará a vías como la avenida Rey Don Jaime o la calle Asensi y adyacentes", indica.

Desde el Partido Popular, el portavoz adjunto Sergio Toledo considera que "los castellonenses tienen ahora mismo mil y una prioridades, y entre ellas no figura en ningún lugar el derribo de la Cruz del Ribalta, que además nos va a costar miles de euros que podrían ir muy bien, por ejemplo, para dar ayudas o bajar impuestos", ha remarcado.

Asimismo, Sergio Toledo advierte de que "la alcaldesa Amparo Marco está en riesgo de cometer prevaricación y falsedad documental si continúa adelante con sus planes de derribar la cruz del Ribalta. La decisión está basada en una definición que ignora conscientemente y a sabiendas la verdadera identidad del monumento, que no tiene nada que ver con la cruz de los caídos ni ninguna simbología franquista, sino que ahora es un mero símbolo religioso de homenaje y recuerdo a las víctimas de la violencia sin exaltación ideológica de tipo alguno. El que avisa no es traidor". 

"Estamos ante uno de los mayores empecinamientos ideológicos de la historia de nuestra ciudad. La Cruz del Ribalta no es un monumento de apología del franquismo, porque está resignificada por acuerdo plenario. "La Cruz de los Caídos dejó de serlo en el año 1979, en virtud del acuerdo plenario del Ayuntamiento de Castellón de 31 de mayo de 1979, por el que se eliminaron los vestigios franquistas y se resignificó el monumento como homenaje a las víctimas de la violencia. Desde entonces y hasta la actualidad, y sin que haya existido acuerdo o acto administrativo alguno que lo haya modificado, así se ha mantenido y conocido por la ciudadanía castellonense", ha resaltado.