CASTELLÓ. El Acord de Fadrell, integrado por el PSPV, Compromís y Podem-EUPV, ha aprobado este jueves el presupuesto del Ayuntamiento de Castelló para 2021 con los votos en contra del PP, Ciudadanos y Vox. Las cuentas municipales entrarán en vigor a finales de agosto tras la exposición pública de 15 días, que arrancará a partir de la publicación del documento económico en la web municipal. Durante ese periodo cualquier ciudadano, asociación vecinal o colectivo profesional podrán presentar alegaciones.
El equipo de gobierno ha rechazado todas las enmiendas de la oposición y ha defendido el presupuesto "como el más ambicioso y valiente". Frente a este discurso, la bancada rival ha afeado la "falta de consenso" y ha reprochado que se vuelvan a validar las cuentas municipales "con siete meses de retraso".
El concejal de Hacienda, el socialista David Donate, se ha encargado de presentar las cuentas municipales, cifradas en 193,8 millones de euros, las más elevadas de la historia. Antes de repasar las principales partidas, ha hecho autocrítica y ha asegurado que "esto no volverá a suceder", en referencia a la demora a propósito del diseño del borrador. En la misma línea se han expresado los portavoces de los tres grupos del ejecutivo, Omar Braina (PSPV), Ignasi Garcia (Compromís) y Fernando Navarro (Podem-EUPV). Este último ha justificado la tardanza en que "ha sido un curso político complicado". A continuación, ha aseverado que "el Acord de Fadrell es la mejor garantía de que la salida de esta crisis sea social y justa".
El representante socialista ha afirmado que "puedo decir con la boca llena que es un gran presupuesto, reorientado principalmente a la recuperación económica y adecuado a la situación actual". Por su parte, el líder valencianista ha subrayado que son unas cuentas "necesarias y que consolidan al Ayuntamiento "como el motor de la recuperación". "Genera ocupación y promueve la economía verde", ha añadido. Cada partido del gobierno local ha detallado las inversiones asociadas a sus competencias.
El concejal de Vox, Luciano Ferrer, se ha mostrado especialmente crítico. "Este presupuesto castiga al trabajador, no ayuda al necesitado y prima al gorrón. Es políticamente inadecuado y oportunista". La portavoz del PP, Begoña Carrasco, ha acusado al Fadrell de "primar sus intereses por encima de los generales. Ustedes no son útiles. Un gobierno dividido, como ustedes, es inservible. Tienen al Ayuntamiento paralizado". Al respecto, el edil de Ciudadanos, Alejandro Marín-Buck, ha afirmado que "no es un presupuesto anual, sino cuatrimestral, clonado al del año pasado y con marcado carácter ideológico".
El documento económico crece un 7,64% respecto a 2020 y destina 16,5 millones de euros a las políticas sociales, 6,2 millones a fomentar la formación y la inserción laboral y 5,5 millones a la reactivación. Por otro lado, se impulsan proyectos con financiación europea por un importe de 16,3 millones de euros. La cantidad asignada a inversiones asciende a 21,8 millones de euros gracias a las transferencias de capital de otras administraciones.
En el debate, que se ha prolongado durante dos horas, los intercambios de golpes entre unos y otros se han repetido, con reprobaciones sobre la gestión actual o pasada. La puesta en escena, con un elevada carga retórica en varios momentos, ha predominado en la parte de réplica. Ha habido continuas alusiones a los temas más polémicos de la agenda política, como la cruz de Ribalta, el mural de Ripollés o la reforma de la avenida Lidón.
El pleno también ha servido para aprobar la nueva relación de puestos de trabajo, tanto del Ayuntamiento como de los patronatos y consejo local de empleo. Además, el Fadrell ha sacado adelante una modificación de crédito de dos millones de euros. Del mismo modo, se ha validado la modificación de la ordenanza reguladora del servicio de suministro de agua potable, que establece una rebaja del 0,43% en las tarifas de cara a 2022. Por último, todos los partidos han respaldado una declaración institucional para instar al Ministerio de Transición Ecológica a evitar las autorizaciones para la extracción masiva de arena de las playas de Castelló.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara