CASTELLÓ. Hace aproximadamente un año que Correos bajó la persiana en la plaza Tetuán de Castelló. Tras casi un siglo de servicio, la empresa de mensajería dejó uno de los edificio más emblemáticos de la ciudad, para el que la Generalitat tiene un nuevo plan: albergar a la élite de la investigación de la Comunitat Valenciana. Será aquí donde se ubique la Fundación ValER, con el objetivo de atraer talento investigador de primer nivel. Pero, además de este, hay otros planes que han empezado a concretarse. La Conselleria de Universidades, Innovación, Ciencia y Sociedad Digital adjudicó la redacción del proyecto básico y de ejecución al estudio Virtuarch, con sede en Morella y València. Y desde hace dos semanas se han puesto manos a la obra para definir su restauración y rehabilitación.
"La intención de Conselleria no es solo trasladar sus oficinas, sino que además sea un lugar en el que se hagan actividades culturales", señala Vicente Dualde, uno de los arquitectos responsables. En consecuencia, se trabaja en una planta baja abierta a la ciudadanía, donde se ubique una sala de exposiciones y un salón de eventos multifuncional en el que celebrar conferencias y otros encuentros públicos.
Por otra parte, el inmueble, que cuenta con una superficie construida de 2.572 m2, albergará en el sótano el archivo y el almacén. Mientras que la primera planta se reservará para la representación institucional, en la segunda se ubicará la Fundación ValER y en la cubierta se dispondrá un espacio para almacenaje.
El gran reto: un edificio eficiente
Que buena parte de su rehabilitación se centre en este factor se debe también a las buenas condiciones en las que se encuentra el edificio. Según señala el arquitecto, "constructivamente está muy ejecutado, lo que facilita el cambio de uso". Un uso que, además, en su mayoría continuará dedicado al ámbito administrativo. "Como de origen ya tiene esa predisposición, las dificultades de su rehabilitación se aminoran", expone Dualde.
El edificio de la plaza Tetuán, proyectado por Demetri Ribes en colaboración con el castellonense Joaquín Dicenta Vilaplana, fue inaugurado en 1932. Es un exponente del estilo neomudéjar y está considerado como una de las mejores muestras del modernismo de la ciudad de Castelló. "Cuenta con unas soluciones constructivas muy adelantadas a su tiempo. El cerramiento, la fachada y la carpintería se mantienen muy bien. Esto facilita que ahora hagamos un nuevo uso de él", reitera el estudio.
Será en 2026 cuando, previsiblemente, las obras finalicen y el edificio vuelva a abrirse a la ciudadanía. El primer paso ya se ha dado con la redacción del proyecto, que prevén tener listo en los próximos tres meses.
Posibilidad de verlo en 3D
Con todo, creen desde Virtuarch que divulgar la arquitectura es importante también y, por ello, han realizado un escaneado del edificio que permita verlo desde cualquier parte gracias a la realidad virtual.
"Siempre que se hace una restauración hay dos objetivos fundamentales: reacondicionar el espacio, en este caso además para un nuevo uso, y además ponerlo en valor. Darlo a conocer para recuperar su historia", destacan los arquitectos.
A través de las nuevas tecnologías, el estudio -especializado en este tipo de acciones- ha podido generar un 'gemelo digital' del edificio, de manera que quien no pueda conocerlo in situ, también pueda contemplar sus joyas desde la distancia. La idea es que cualquiera persona se haga una idea aproximada de cómo es el edificio de Correos de Castelló, a través de internet o usando gafas de realidad aumentada.
Cada vez más municipios han decidido sumarse a esta 'moda'. También el Ayuntamiento de Castelló anunció el pasado año la creación de una réplica virtual de su sede municipal para mejorar los procesos y servicios del ente. Incluso el acueducto de Morella, por obra del mismo Virtuarch, cuenta con un 'gemelo digital'.