El tercer webinar del ciclo organizado por la Cámara de Comercio de Castellón pone de relieve la relevancia de los datos que genera el Internet de las Cosas en la Industria 4.0 y del talento para gestionarlos
CASTELLÓ. La tercera cita del ciclo Smart Business Innovation&Valores organizada por la Cámara de Comercio de Castellón con el patrocinio de CaixaBank tuvo ayer como eje central la conferencia IoT: cuando las cosas empiezan a pensar, a cargo del director de Computación del Medialab en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), Michail Bletsas. La consellera de Universidades, Ciencia y Sociedad digital, Carolina Pascual, presentó la sesión destacando la necesidad de la colaboración público-privada en el ámbito tecnológico. A continuación, el director gerente de la Cámara, Javier Valls, hizo hincapié en que las empresas "están pisando el acelerador de los cambios, más que nunca en los últimos tiempos", precisamente durante la pandemia.
En su intervención, Bletsas, recientemente entrevistado por Castellón Plaza, se refirió a los primeros proyectos del Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT) que se pusieron en marcha en el MIT Medialab a finales de los 90, desde un sistema para avisar a los propios trabajadores de la existencia de sobras de comida hasta la posterior implantación de un sistema que, mediante la sensorización del edificio, permitía el control de sus condiciones ambientales en tiempo real. Dando un salto en el tiempo, el científico se refirió a la más reciente puesta en marcha de la plataforma de robótica Isaac de Nvidia, seleccionada por BMW para mejorar sus fábricas de automóviles y responder así a la creciente exigencia de personalización de sus modelos de vehículos: “en una factoría sin fabricación real, consiguen optimizar su producción simulando lo que se hace en la fábrica, gracias a los sensores y la telemetría, midiendo todo sin las consecuencias de malos movimientos”.
En cuanto al poder de los datos como “el nuevo petróleo”, Bletsas lamentó que la situación actual presenta rasgos distópicos: “grandes compañías están centradas en recoger datos personales y monetizarlos al explotar las preferencias de los usuarios para enviarles publicidad… y la verdad, no creo que esto sea lo más útil del IoT”. En este sentido, quiso alzar la voz para subrayar que "las aplicaciones realmente relevantes de el IoT son las que están llevándose a cabo en ámbitos como la salud o la logística".
Bletsas: "Las aplicaciones realmente relevantes de el IoT son las que están llevándose a cabo en ámbitos como la salud o la logística"
En cuanto a los retos a que deben hacer frente las empresas que trabajan con esta tecnología, puso el acento en la importancia de la ciberseguridad, ejemplificándola con los casos del reciente ataque con tóxicos a una planta de aguas en Florida o el hackeo de Solarwinds -proveedor informático de los gigantes tecnológicos norteamericanos. Según Bletsas, “tendemos a pensar en la seguridad como un absoluto y ahí nos equivocamos, porque la verdad es que en el futuro a todos nos hackearán, será difícil evitar infecciones y la cuestión es cómo nos defenderemos de ellas”. En este punto, el director de Computación del MIT Medialab se refirió al paralelismo con la pandemia: “la Covid-19 nos da una idea útil: no habrá que esperar 100 años hasta la próxima pandemia, la siguiente llegará más pronto, y el gran reto es no olvidar lo que sabíamos, porque la gente no parece aprender de estas lecciones”.
Inteligencia aplicada a la energía
Por otro lado, Michail Bletsas hizo una llamada a “ser muy inteligentes en el uso de la energía aplicada a el IoT, porque hoy la nube ya requiere un porcentaje alto de nuestra producción mundial, y ese es un límite físico”. Así las cosas, “la energía es uno de los grandes retos técnicos para hacer llegar estos avances a gran parte de la población”. Además, puntualizó, la premisa necesaria es pensar en la tecnología como algo que “tiene que servir a los humanos, si es al revés, es mala tecnología”. “Por ejemplo, a mí me encantan los relojes inteligentes, pero odio tener que cargarlos, yo no quiero estar sirviendo a los dispositivos”, concluyó.
A continuación, se desarrolló una mesa redonda empresarial con la participación de Jesús Ortiz, director general de Orbel Grupo; Jorge Patiño, director de Ingeniería de Producto e I+D 4.0 en Frost-Trol y Jose Ignacio Roselló, responsable de Robótica e Instrumentación de GDES, moderada por Alberto Conde, co-fundador y CEO de Xabet, bajo el título Negocios que piensan, negocios inteligentes. Durante el debate, los participantes coincidieron en señalar que en la esencia de la aplicación de el IoT está la introducción de una mayor eficiencia en los procesos industriales. En este sentido, Patiño señaló que esta tecnología “será imprescindible para crear grandes ecosistemas de datos y así obtener la maxima competitividad empresarial” y explicó que Frost-trol la está integrando tanto en sus líneas de producción como sobre el propio producto -muebles de refrigeración para supermercados. Por su parte, Ortiz explicó cómo llegó Orbel a desarrollar sus propio sistema de telemetría para la maquinaria empleada por los operadores logísticos, ofreciendo soluciones de geolocalización de activos para evitar robos, la optimización de routers y la gestión de averías en tiempo real. Tras afirmar que en la actualidad, trabajan para ofrecer la opción de monitorizar y planificar mantenimiento predictivo, el director general de Orbel Grupo se mostró convencido de que “en unos años, la figura del optimizador logista será un consultor externo, cada empresa necesitará un servicio que optimice todo esto, porque la tecnología ya está disponible y a un precio razonable”.
En su intervención, José Ignacio Roselló, responsable de Robótica de GDES, empresa dedicada a servir a la industria energética, aseguró que el IoT “está aquí para quedarse” y puntualizó que en su caso, la dificultad añadida pasa por la capa de comunicaciones: “no siempre podemos ir a Internet y tenemos que poner dispositivos que nos permitan reducir al máximo el trasiego de información”. Según Roselló, pese a ello “la tecnología es clave para extraer información de los activos que monitorizamos, y el IoT nos permitirá conectar máquinas pero también negocios, sirviéndonos para dar otros servicios a su vez, como inspecciones o control de calidad”.
Conde: "es necesario contar con cierta cultura del dato, de tener claro para qué lo quieres, porque sin ello, no conseguirás retorno"
El moderador, Alberto Conde, CEO de Xabet, se refirió por su parte a la tecnología, la cultura corporativa y la estrategia como pilares de los nuevos modelos de negocio que crecen en la actualidad “abriendo muchas oportunidades”. En este sentido, Conde invitó a los participantes de la mesa a plantear qué retos afrontan en la actualidad. Jesús Ortiz se refirió a la integración de sistemas, “porque con nuestra experiencia nos dimos cuenta de que la inquietud de fondo del empresario era conseguir una predicción de qué va a pasar, y vimos que mediante la sensórica podíamos suavizar los miedos que tenemos todos… pero eso pasa por el hito a solucionar ahora: poder conectar todos los datos que obtenemos en una sola herramienta”. Por su parte, para Roselló “el reto mayor es cómo capturamos el dato de la gente, de nuestro personal, que es más complicado que hacerlo desde las máquinas pero muchas veces es lo que de verdad interesa”. Finalmente, Patiño habló de las dificultades que supone “generar una estructura 4.0 compatible con la tradicional, adaptando las plantillas de trabajo, además de superar la reticencia al cambio e introducir perfiles altamente cualificados que entiendan la tecnología del futuro y sean capaces de aplicarla”.
Talento y mejora de la formación, claves
En este punto, y de cara a los próximos años, Roselló imaginó un futuro en el que “seamos capaces de anticiparnos al mercado; tenemos que decir al cliente cómo sacar rendimiento de datos que tiene, y hacerlo de forma ágil y sencilla, dándole nuevas oportunidades”. Por su parte, Patiño auguró el nacimiento de nuevas tecnologías “que generarán un altísimo impacto en la industria, después de haber evolucionado de forma silenciosa en la última década”, aunque se refirió a otro “gran cambio” relacionado con la oferta de solución de problemas que hoy no la tienen, mediante el IoT. Por su parte, Ortiz visualizó el futuro de Orbel Grupo “como referente en la consultoría de procesos y logística en nuestro mercado más próximo, la Comunitat Valenciana, una vez estamos muy bien posicionados fuera de nuestra región”.
Finalmente, Ortiz quiso subrayar también como un “pilar fundamental” del futuro la captación de talento, porque cuesta, en nuestro caso a pesar de ser un centro de referencia en la Mecánica, trabajando en la Formación Profesional Dual”. A este mismo ‘dolor’ se refirió Patiño, quien se lamentó de que en las universidades “se sigan empleando técnicas del pasado para enseñar”. En este sentido, se lamentó porque aunque Frost-trol ha contratado en los últimos tres años a 25 ingenieros titulados en la Universitat Jaume I, “nuestro problema es que las competencias de los recién graduados no están orientadas hacia las tecnologías del futuro, ahí falta practicidad… por lo que luego hay que destinar recursos para que a los 3 ó 4 años puedan comenzar a ser realmente productivos”.
En el apartado de conclusiones, Conde puso el acento en "la necesidad de contar con cierta cultura del dato, de tener claro para qué lo quieres, porque sin ello, no conseguirás retorno, y luego ponerlo a disposición de las personas para convertir el proceso en inteligente y así conseguir verdaderos negocios inteligentes”.