CASTELLÓ. El concejal del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castelló, Juan Carlos Redondo, lamenta el "retraso" en la activación de los presupuestos municipales para 2020, que finalmente entran este martes en vigor. En ese sentido, critica el "año perdido" para Castelló ya que, según valora, "activar el presupuesto municipal a finales del mes de agosto es la evidencia de que el Acord de Fadrell no funciona".
Al respecto, Redondo recuerda que "el retraso en la entrada en vigor de las cuentas municipales para 2020 ha provocado que la ciudad lleve ocho meses paralizada porque, entre sus líos políticos internos y la falta de presupuesto, ni se han distribuido ayudas y subvenciones ni se han activado medidas concretas para contrarrestar los efectos de la crisis económica, sanitaria y social sin precedentes generada por la pandemia".
"El equipo de gobierno liderado por la alcaldesa Amparo Marco debería estar avergonzado de su gestión", afeado Redondo, que señala que "por mucho que quieran correr ahora, lo que no han sido capaces de hacer entre enero y agosto no lo van a hacer ahora en tres meses por lo que, una vez más, quienes vuelven a perder son todos los castellonenses".
En cuanto a las cuentas, el concejal popular señala que "se trata de unos presupuestos genéricos, partidistas y pensados para que los tres partidos del Acord de Fadrell saquen tajada electoral en lugar de trabajar para solucionar los problemas reales de los castellonenses".
En ese sentido, Redondo insiste en que "no es un presupuesto adaptado a las necesidades actuales de la ciudad, con medidas concretas que ayuden a paliar los efectos de la grave crisis a todos los niveles que estamos sufriendo debido el coronavirus" y, al respecto, añade que las cuentas "tampoco aportan ayudas especiales a las familias, pymes y autónomos, que son quienes están sufriendo en primera persona las peores consecuencias de la pandemia ya que, en lugar de bajar impuestos, el equipo de gobierno ha optado por mantener la presión fiscal al mismo tiempo que aprobaba subirse el sueldo un 53% e incrementar un 50% los asesores, el autobombo y la propaganda, en la que gastan al año un millón de euros".
"En una ciudad que roza los 16.000 parados, en lugar de vender ‘cortinas de humo’, el equipo de gobierno debería dejar de lado de una vez por todas sus conflictos y disputas internas para ponerse manos a la obra y sumar esfuerzos con el objetivo de priorizar tanto la creación de empleo como el impulso a la economía local, a través de medidas reales que contribuyan a mejorar de manera efectiva y eficaz el bienestar de la ciudadanía, que es lo que están demandando todos los castellonenses", concluye Redondo.