El PPCS lamenta que el 'desacord' del Fadrell esté arrastrando a los presupuestos de Castelló

CASTELLÓ. El concejal del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Juan Carlos Redondo, ha lamentado este miércoles, 1 de enero, y a través de un comunicado que el 2020 haya empezado sin un borrador de presupuesto municipal, ni fecha a la vista para aprobarlo, debido a la crisis que atraviesa el Acord de Fadrell. Para el edil, es fruto de “un enfrentamiento que se hizo visible en el pasado pleno del 19 de diciembre al desmarcarse la formación nacionalista, Compromís, de la postura de sus socios de gobierno y votar a favor de una iniciativa del Partido Popular y Ciudadanos en defensa de la autonomía del món de la festa, frente a la politización que pretenden socialistas y asamblearios.

En el comunicado del PP se recuerda que el voto díscolo de Compromís, desencadenó "una profunda crisis en el seno del Acord de Fadrell que llevó a anunciar la suspensión de las negociaciones del presupuesto municipal para 2020". Para Redondo, “la fractura del gobierno que preside Amparo Marco la está pagando la ciudadanía, que vuelve a ser la gran perjudicada de las desavenencias de un tripartito incapaz de trabajar y priorizar aquello que los castellonenses necesitan. Dicen ser el gobierno de las personas, pero con su mala gestión, no hacen más que perjudicarlas”, asegura el concejal.

Redondo continúa diciendo que "en lugar de centrarse en las necesidades de los castellonenses y en atraer inversiones para la ciudad que generen oportunidades y empleo, el gobierno tripartito ha preferido priorizar hasta finales del 2019 sus privilegios. La alcaldesa y su equipo de gobierno se han subido el 52% del sueldo y se han blindado ante posibles casos de corrupción, para seguir a toda costa en el poder. Lo han hecho derogando el Código de Buen Gobierno aprobado por unanimidad en 2015, para acogerse al de la Femp, mucho más laxo en cuestiones de imputaciones por corrupción”, recuerda el edil popular.

Para los populares, al igual que ya pasó en 2019, el presupuesto municipal de 2020 se aprobará con retraso, lo que condicionará poder cumplir todas las promesas que en éste se recojan y supondrá dilatar nuevos compromisos de infraestructuras pendientes, tan necesarias como los colegios; una mejor calidad asistencial sanitaria o la mejora de la seguridad ciudadana; de la limpieza viaria; de la accesibilidad o en materia de comercio y turismo, entre otros aspectos.