CASTELLÓ. El Acord de Fadrell continúa enfrascado en su debate interno para cerrar el presupuesto del Ayuntamiento de Castelló correspondiente al ejercicio 2021. Cerca de alcanzar el ecuador de enero, los tres partidos del gobierno municipal (PSPV, Podem-EUPV y Compromís) siguen sin culminar con éxito su negociación pese a la predisposición de los portavoces por sellar el pacto cuanto antes. Así volvió a quedar constatado en la última reunión celebrada el pasado jueves 7, en la que Fernando Navarro y Ignasi Garcia, en nombre de la confluencia y la formación valencianista, respectivamente, trasladaron al interlocutor socialista y concejal de Hacienda, David Donate, sus últimos retoques respecto al capítulo de inversiones, el único fleco que queda por pulir tras estar conformes con el resto de apartados.
De hecho, los socios minoritarios consideran que la pelota de las cuentas está ahora en el tejado del principal grupo de la coalición, que debe mover ficha en los próximos días con el propósito de precisar el encaje de bolillos. Es más, hasta que no se llegue a un entendimiento, no se valorará la oferta de Ciudadanos para adherirse al consenso y propiciar que el borrador presupuestario obtenga una amplia mayoría de la corporación en la votación, presumiblemente, del próximo mes.
El Fadrell mantiene su hoja de ruta respecto a los plazos, esto es, finiquitar los presupuestos en enero para que la tramitación administrativa y jurídica permita elevarlos al pleno de febrero y, con ello, activarlos en marzo. De esta forma, el tripartito recuperaría la dinámica de años precedentes acerca del proceso de aprobación, ya que en 2020 hubo que esperar hasta julio para que las cuentas llegaran hasta el hemiciclo.
Fuentes municipales señalan que las diferencias a propósito de las inversiones son salvables, siempre que impere la voluntad de alcanzar un acuerdo, lo que implica realizar concesiones por parte de los tres actores. Con algunos matices, que hacen que aún no exista esa fumata blanca, los tres socios valoran positivamente los esfuerzos realizados por unos y otros para plasmar en el borrador las líneas programáticas de un gobierno plural, con el añadido, además, de la eventualidad de la covid-19.
Sir más lejos, la gran mayoría de partidas van dirigidas precisamente a paliar los efectos de la crisis económica y social, tratando de apoyar a los sectores más golpeados. Las mismas fuentes recuerdan que la dificultad para diseñar las cuentas ha sido mayor teniendo en cuenta la merma en ingresos, un desfase de siete millones de euros en relación a lo que hubiese sido un año normal y que se convirtió en el primer gran contratiempo cuando el Fadrell se sentó para hablar de presupuestos.
En el momento que el tripartito entienda que el debate interno está cerrado por haber encontrado puntos de entendimiento, entonces se abrirá una nueva etapa presupuestaria con el análisis de la batería de propuestas de Cs. Al respecto, el partido liberal ya mostró el 21 de diciembre, en la reunión de sus concejales, Alejandro Marín-Buck y Vicente Vidal, con Donate, cuáles son las exigencias para respaldar al tripartito.
Para la formación naranja, resultan innegociables cuestiones como crear un fondo de ayuda para los sectores afectados por la pandemia, aprobar los nuevos estatutos de Fiestas, equiparar las subvenciones de los centros de mayores o evaluar el decreto que estableció la Zona Acústicamente Saturada (ZAS). El gobierno comparte algunos de estos temas, pero reitera que antes de evaluarlos primero tendrá que hacerse la foto con el pacto sobre las cuentas municipales.