CASTELLÓ. La aprobación del presupuesto de Castelló se le vuelve a atragantar al Acord de Fadrell. Como ya ha sucedido en otras ocasiones, las desavenencias internas entre los socios hacen peligrar la aquiescencia. En esta ocasión, Podem-EUPV y Compromís protagonizan el pulso a cuenta de la reforma de la Relación de Puestos de Trabajo (RTP) en el Ayuntamiento de la capital de la Plana. El portavoz de la confluencia, Fernando Navarro, acusa al líder de la formación valencianista, Ignasi Garcia, de "querer romper el acuerdo para aprobar" las cuentas municipales "y crear por fin el área de Lucha contra el Cambio Climático por miedo a romper las redes clientelares del PP", denuncia un tuit.
El líder de la convergencia asegura que si no se acepta "la reorientación jerárquica de funciones", difícilmente su grupo político votará a favor del proyecto económico en el pleno. Sin ese respaldo, el PSPV y Compromís, con 10 y tres concejales, respectivamente, correrían el riesgo de encontrarse en inferioridad numérica en el caso de que Podem-EUPV se alineara con el bloque de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox), contrario a respaldar el presupuesto al considerar que no nace del consenso político. En esa situación, y con un empate técnico (13 síes y otros tantos noes), el voto de la concejala tránsfuga, Paula Archelós, ex de Cs, desequilibraría la balanza.
"Lo que afirma Navarro es falso. En primer lugar, la aprobación de las cuentas necesita de la aprobación de una plantilla, no de unos cambios en la Relación de Puestos de Trabajo. Son cuestiones diferentes", subraya Garcia. "Nosotros estamos a favor de hacer modificaciones en la RPT, como hemos acordado en el Fadrell, siempre y cuando no supongan problemas en las labores que son imprescindibles para el normal funcionamiento de la ciudad", añade.
El portavoz valencianista recuerda que "hemos sido generosos con las necesidades de personal del ejecutivo, especialmente con el área de Navarro, mientras que otras demandas de nuestro grupo se han quedado huérfanas". Al respecto, Garcia puntualiza que "no solo hemos impulsado su departamento, sino que consideramos que ha de tener un peso importante en el gobierno municipal. El año anterior ya se reforzó esta área con personal y en el actual acuerdo también se amplía".
Garcia pide a Podem-EUPV que "sea coherente con sus posicionamientos" y que "se siente" a platicar. "Menos tuits y más diálogo", afea el munícipe valencianista al regidor de la confluencia.
Ante la enésima divergencia en el seno del tripartito, el PSPV asume un rol conciliador. De hecho, desde el grupo socialista se le resta importancia, calificando de "lógicas" las "discrepancias" dentro de un ejecutivo plural. Por ello, apela a la "voluntad de entendimiento para seguir desarrollando las políticas que nos hemos propuesto para la ciudad y que desde 2015 han construido un Castelló mejor".
Por su parte, la principal formación de la oposición, el PP, valora el enfrentamiento como "un nuevo episodio de la casa de los líos en la que los socios de gobierno han convertido el Ayuntamiento. A nosotros no nos sorprende, estamos en mayo y sin presupuestos. Se acusan los unos a los otros pero todos son igual de irresponsables por dejar a la ciudad sin la principal herramienta para adaptar las inversiones a las necesidades de esta crisis socio-sanitaria", sostiene la portavoz popular, Begoña Carrasco.
No es la primera vez que Podem-EUPV estira de la cuerda en la negociación del presupuesto. En 2020, por estas fechas, se desmarcó de sus compañeros de aventura al supeditar su consentimiento a la creación de una unidad administrativa para Transición Ecológica, una de sus dos concejalías (la otra es Vivienda). Tras semanas de cierta tensión, el Partido Socialista accedió a instaurar la plaza de ingeniero agrónomo.