CASTELLÓ. La profesora del Departamento de Pedagogía, Didáctica de las Ciencias Sociales, Lengua y la Literatura de la Universitat Jaume I, Alicia Benet Gil, ha obtenido una calificación final de excelente cum laude en la lectura de su tesis Construyendo una universidad intercultural inclusiva. El tribunal ha sido compuesto por Anabel Moriña Díez de la Universidad de Sevilla como presidenta; Cecilia Simón Rueda de la Universidad Autónoma de Madrid como secretaria y Juan Andrés Traver Martí de la UJI como vocal.
Esta investigación, dirigida por las doctoras Auxiliadora Sales y Odet Moliner, del Departamento de Pedagogía, Didáctica de las Ciencias Sociales, Lengua y la Literatura, tiene por objeto conocer cómo la universidad contribuye a la garantía del ejercicio de la ciudadanía, la promoción de los derechos humanos y de la interculturalidad garantizando una educación de calidad inclusiva.
En la investigación han participado 40 miembros de la comunidad universitaria: personal docente, estudiantado, responsables de los servicios que atienden a la diversidad del alumnado (Unidad Diversidad y Discapacidad, Unidad de Formación e Innovación Educativa, Oficina de Relaciones Internacionales, Unidad de Igualdad, Oficina de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad, Oficina de Prevención Y Gestión Medioambiental, Unidad de Atención y Representación de Estudiantes, Servicio de Lenguas Y Terminología, Salusex, Centro de Educación y Nuevas Tecnologías y Servicio Actividades Socioculturales) y miembros del equipo rectoral. También se han analizado los principales documentos administrativos universitarios que dan cuenta del ideario, la estructura y la organización de la misma institución (en total 35 documentos).
Los resultados de la investigación apuntan al hecho que la universidad tiene una vocación profunda para ser una universidad inclusiva pero es necesario que afronte una serie de desafíos como la revisión y redefinición sobre qué entiende por inclusión y la incorporación de esta mirada en los principales documentos de la universidad.
También se considera la necesidad de generar una política inclusiva que englobe a todos los servicios, planes y programas para dar una respuesta integral al estudiantado. Por otro lado, es imprescindible que la universidad reflexione sobre el multilingüismo y la internacionalización en el marco de una universidad inclusiva. Finalmente, la formación del profesorado en atención a la diversidad es uno de los mayores retos a los cuales se enfrenta la UJI junto con la necesidad de valorar la profesión docente y la incorporación del Diseño Universal de Aprendizaje para garantizar una educación inclusiva de calidad.