Regreso al fútbol profesional una década después
Regreso al fútbol profesional una década después
CASTELLÓ. El proyecto de Vicente Montesinos ha conseguido el doblete que perseguía cuando tomó las riendas del CD Castellón, hace tres años. Primero ascendió al club a Segunda División B, poniendo fin a siete años de desencantos en la cuarta categoría del fútbol patrio. Y ahora le da un impulso mayor al recuperar un sitio en el fútbol profesional, cuando pocos pensaban que este logro pudiera alcanzarse en este curso.
Las circunstancias en las que se ha dado el salto le otorgan un valor añadido. Porque nadie puede olvidar que el empresario había tomado el club de manos de David Cruz, el hombre que tuvo el dudoso honor de ahondar en la ruina económica y deportiva que dejaron sus infames antecesores. Los actuales gestores tuvieron que reparar numerosos desperfectos ocasionados por el anterior mandatario, lo que dificultó los nuevos objetivos.
Montesinos afrontó el nuevo reto liderando un equipo en el que destacaba la participación de los futbolistas castellonenses Ángel Dealbert y Pablo Hernández. Estos jugadores no solo ayudaron a dar credibilidad al proyecto con su sola presencia en las campañas promocionales lanzadas por el club, sino que aportaron conocimiento y cordura a la reestructuración de la parcela deportiva.
Con la suma de todos los efectivos, el Castellón ha logrado dos saltos de categoría en tres temporadas; ha taponado la sangría económica causada en los años previos; ha atraído a una masa social que había sido maltratada por los anteriores mandamases y ha revitalizado su cantera.
Las nuevas exigencias que se presentan con el ascenso a Segunda División suponen un desafío importante para la directiva albinegra, pero en ningún caso mayor al que emprendieron cuando tomaron las riendas de un club que parecía abocado a la muerte.
Regreso al fútbol profesional una década después