las tres formaciones muestran su voluntad por llegar a un acuerdo lo antes posible

El PSPV y Compromís reajustan partidas para tener un "gesto" con Podem y cerrar el presupuesto 2020

21/05/2020 - 

CASTELLÓ. El PSPV y Compromís reajustan sus partidas presupuestarias para tener el "gesto" que reclama Podem-EUPV con la Concejalía de Transición Ecológica. La voluntad política de los tres socios del Acord de Fadrell por llegar a un entendimiento invita a pensar que en breve habrá fumata blanca. Incluso, internamente se da por seguro que los portavoces ofrecerán, en rueda de prensa, algunas pinceladas de las nuevas cuentas antes de la celebración del pleno del 28 de mayo.

Sin embargo, no se llegará a tiempo para incluir el borrador del presupuesto en el orden del día. Esa inviabilidad permitirá al equipo de gobierno disponer de un amplio margen en las próximas semanas para decidir la hoja de ruta. Es decir, si celebrar una sesión extraordinaria ex profeso en junio o, por el contrario, aprovechar la convocatoria ordinaria del mes para impulsar la interminable tramitación, que requerirá de una exposición pública y de otra cita plenaria con vistas a la aprobación definitiva por parte de la corporación municipal.

Tanto socialistas como valencianistas consideran razonables y legítimas las reivindicaciones de la convergencia, aunque también advierten que el sacrificio debe ser cosa de tres. Así, el encaje de bolillos obliga irremediablemente a la confluencia a tener que elegir para priorizar aquellos proyectos cuya ejecución no puede esperar al próximo año. Y en esa fase se encuentran ahora mismo las conversaciones.

Podem-EUPV, que ostenta Vivienda y Transición Ecológica, defiende la necesidad de aplicar un equilibrio porcentual en la reorganización financiera de las distintas áreas para evitar un agravio comparativo a la hora de administrar el tijeretazo. Así, interpreta como un revés la rebaja sugerida de 70.000 euros solo en políticas agrarias y verdes. De ahí las reticencias a propósito de validar la propuesta económica planteada por el PSPV y Compromís ante lo imperativo de adaptarse a la nueva situación derivada de la crisis por el coronavirus.

Cambio de rumbo en cuanto a las prioridades

En efecto, el Ayuntamiento de Castelló desviará gran parte de su inversión para 2020 (30 millones de euros) a impeler medidas que mitiguen los efectos de la emergencia. El presupuesto que se pactó a finales de enero tendrá poco que ver con el que se cerrará en los próximos días. Por ejemplo, de los 11,4 millones de euros de remanentes de tesorería de 2019, una importante suma se destinará a gasto social, siempre dentro de los límites que marca la ley, ya que el principal cometido de los excedentes de ejercicios anteriores estriba en combatir el endeudamiento.  

Como consecuencia de ese cambio de rumbo en las actuaciones programadas, el Acord de Fadrell congelará las inversiones financieramente sostenibles. También aparcará algunos de los proyectos estrella, si bien mantendrá aquellos cofinanciados con fondos Feder, como la reforma integral del Camí Caminàs.

La práctica totalidad de concejalías privilegiará las acciones que redunden en beneficio de las familias más vulnerables, así como de los sectores más golpeados por la covid-19, como los autónomos, las microempresas y las pymes.

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