VILA-REAL. El PSPV de Vila-real ya busca a Compromís para intentar pactar el presupuesto del Ayuntamiento de 2024. Los dos partidos retoman las negociaciones pero se mantiene un clima de desconfianza. La idea inicial del alcalde, José Benlloch, pasa por presentar las cuentas en el mes de abril. Por ello, la semana pasada, el gobierno local se comprometió a trasladar a Compromís la documentación presupuestaria en un plazo de una semana.
Socialistas y valencianistas iniciaron una primera toma en el mes de noviembre para abordar el presupuesto, pero las conversaciones se pararon en diciembre tras dos reuniones.
Entonces, Benlloch esgrimió que no podían aprobar el presupuesto en tiempo y forma por varios imprevistos; lao principales, la marcha del jefe de la Oficina Presupuestaria y el veto del pleno a un préstamo de 1,3 millones que el ejecutivo quería solicitar para pagar sentencias urbanísticas. Pero en ese momento tampoco contaba con el apoyo de Compromís, cuyos votos el PSPV necesita al gobernar en minoría. El primer edil, así, anunció que en 2024 se prorrogaría de entrada el presupuesto de 2023.
La última reunión entre ambas organizaciones tuvo lugar el 1 de diciembre. Desde entonces no había habido contactos, según el PSOE porque no había novedades en el proceso de incorporación de un funcionario, pero esta falta de información incrementó las malas relaciones con Compromís. Así, en estas semanas ha habido un cruce de críticas por parte de los dos por el proceso de compra del viejo Bingo del Ayuntamiento.
El 19 de enero, en un ambiente enrarecido, el alcalde admitió que la prórroga del presupuesto es temporal y que tienen el objetivo de aprobar uno nuevo, ya que, según explicó, es necesario para dar cobertura a subvenciones con entidades y promover inversiones. Afirmó que la demora se ha debido a los problemas para encontrar un sustituto en la Oficina Presupuestaria, un puesto básico para validar el presupuesto, y reiteró que no se habían sentado con Compromís porque sin este cargo no se podía avanzar.
En el pleno del viernes pasado, trasladó al grupo valencianista que en cinco días contarían con la información pendiente sobre el presupuesto. Desde las primeras reuniones de noviembre, Compromís reclama el borrador sobre el presupuesto, estado de ejecución e información sobre remanentes y facturas impagadas.
También sigue pendiente un acuerdo sobre el crédito que el gobierno pretende pedir para abonar los fallos urbanísticos de la época del PP. Compromís lo rechazó en el pleno alegando falta de información y pidió esta última ver para estudiar la posibilidad de rebajar esta cantidad.
Los valencianistas mantienen cierto recelo con el PSPV y discrepan en las últimas compras anunciadas por el Ayuntamiento para ampliar el patrimonio como el antiguo Bingo y un exlocal de Bankia. Apuntan que estas operaciones cuestan cerca de 1,2 millones y que es un importe similar al préstamo defendido por el ejecutivo, lo que les hace preguntarse si la finalidad de este último era para financiar estos inmuebles.
El consistorio justifica la adquisición para incrementar las dotaciones públicas de la ciudad. En el Bingo prevé un centro de cultura, y el segundo para dependencias municipales. Con las sentencias urbanísticas, ha de afrontar cinco por un valor de 1,3 millones. Ya adelantó 190.000 euros con recursos propios en 2023 para solventar una primera que era reclamada con más premura por los juzgados.