CASTELLÓ. La distribución de las 6.000 plazas estructurales que la consellera de Sanidad, Ana Barceló, anunció que contratarán en toda la Comunitat a partir del 1 de mayo para suplir los contratos covid que acaban el 30 de abril ha enervado a los departamentos de salud de la provincia, especialmente al principal, el de Castelló. Tanto es así que, ante las quejas de los responsables de las diferentes áreas del Hospital General, la dirección del mismo se ofreció este miércoles a dimitir si se consideraba que era la responsable de este perjuicio, algo que el resto del organigrama no aceptó.
Esta situación se produjo en la reunión del comité de dirección del centro con las jefaturas de área y los responsables de unidades. La cita fue convocada hace dos semanas, pero dio la casualidad que se desarrolló tras el anuncio de Barceló. En la cita el segundo escalón en la gestión del hospital mostró su confianza en el actual equipo directivo.
Más allá de esta cuestión, la situación generada es una muestra evidente de la desazón que ha causado el reparto de plazas en el departamento, y especialmente en el Hospital General, donde incluso sindicatos como Intersindical Valenciana han organizado ya una recogida de firmas contra la decisión de la conselleria. No en vano, con 124 plazas estructurales, el centro de referencia de la provincia se considera perjudicado frente a otros, especialmente de la provincia de Alicante, e incluso respecto a La Plana, que con una estructura mucho menor recibirá 169 nuevas plazas. Este miércoles en los pasillos y despachos del General el ambiente era más que caldeado.
Y es que hay áreas que ya alertan de que van a tener que suprimir servicios. Por ejemplo, en la Unidad de Cuidados Intensivos barajan que tendrán que prescindir de seis camas; y en otras dependencias estiman que deberán derivar pacientes a València. Ante estas quejas, desde dirección se ha trasladado a las áreas que cuantifiquen la afección debido a la pérdida de personal que se sufrirá a partir del 1 de mayo y lo pongan por escrito para posteriormente hacer llegar el recuento al departamento dirigido por Barceló.
No en vano, se estima que en toda la provincia trabajan actualmente en los tres departamentos unas 900 personas con contrato covid, a tenor de las cuentas de CCOO. Y, según el reparto concretado por la conselleria, de los 5.040 profesionales que comenzarán a trabajar como personal estructural el 1 de mayo, a Castellón le corresponden el 12%, es decir, 606 personas, mientras en total serán 660, algo que no llega a cubrir, a todas luces, la situación actual. En el conjunto de la Comunitat CSIF estima que se pierden unas 1.400 plazas de estos contratos covid, con lo que la afección es especialmente dañina para la provincia de Castellón.
Por esta razón, y aunque reconocen que la creación de personal fijo "es positivo", los sindicatos se muestran "preocupados" porque "nos quedamos muy por debajo, no se llegan a cubrir las necesidades", señala la responsable de Sanidad de CCOO Comarques del Nord, Encarna Barragán. Por eso, ya se está planteando una concentración de protesta para el próximo miércoles frente al Hospital General, exponente de la situación.