CASTELLÓ. El pasado mes de julio la Unión Europea firmó un tratado de libre comercio con Nueva Zelanda. El acuerdo elimina todos los aranceles a las exportaciones de la Unión Europea al país austral y persigue potenciar los intercambios comerciales entre ambos territorios. Pero, ¿qué importancia tiene este mercado para la principal industria de la provincia de Castellón? Y sobre todo, ¿puede abrir este acuerdo una ventana de oportunidad para el sector cerámico?
Según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) Nueva Zelanda ocupa el puesto 84 en el ranquin de países destino de baldosas cerámicas españolas. El pasado 2022 el azulejo exportó a Nueva Zelanda por valor de 6,4 millones de euros, lo que supone un 1% más que la cifra registrada en 2021. No obstante, en el actual contexto de baja demanda global los datos del primer semestre de 2023 reflejan una caída de las ventas al país oceánico de en torno al 6%, por lo que desde enero a junio se ha exportado cerámica española por valor de 3 millones.
El principal problema que afronta la industria azulejera en este mercado es sin duda la distancia. La dificultad de enviar material literalmente a las antípodas de España encarece el proceso y dilata los plazos de entrega. Es por ello que el mercado neozelandés suple su demanda de cerámica principalmente de un gigante como China, que no en vano, es el socio comercial más importante para el país. Además, países productores como Vietnam e India también son proveedores de cerámica para Nueva Zelanda.
Pese a ello, en los últimos años la fortaleza del sector constructivo e inmobiliario neozelandés tras el confinamiento por la pandemia han provocado que también aumenten sus importaciones de baldosas españolas. Según los datos del ICEX se puede observar un incremento notable en estos diez años de las exportaciones castellonenses a Nueva Zelanda (que corresponden casi en su totalidad a la venta de productos cerámicos). Así las cosas, los datos reflejan un aumento en las exportaciones de más del 88% entre el 2020 y el 2021, coincidiendo con el repunte de la construcción tras el confinamiento. Cabe destacar que la provincia ha pasado de exportar a Nueva Zelanda poco más de 2 millones de euros en 2013 a hacerlo por valor de 7,7 millones de euros en 2021. Una cifra que en 2022 se moderó hasta los 5,9 millones.
De hecho, desde Porcelanosa Grupo, que cuenta con tres centros de distribución autorizados en el país, afirman que desde la pandemia las ventas del grupo a Nueva Zelanda han crecido un 20%, una cifra que esperan que siga aumentando a raíz de la firma de este acuerdo de libre comercio. "Son medidas que nos ayudan a minimizar el gran hándicap del mercado neozelandés, que es la distancia a la hora de cargar", explica el director comercial de la empresa, José María Segarra. Aunque desde el gigante vila-realense señalan al país oceánico como un "buen mercado", reconocen que tanto Nueva Zelanda como Australia, "son muy dependientes de la cerámica china".
Además de Porcelanosa, otra empresa castellonense que ha decidido apostar por abrir un centro de distribución en Nueva Zelanda es Neolith. La compañía especializada en piedra sinterizada ya ha recibido las llaves del local donde pretenden instalarse y se encuentra inmersa en pleno proceso de acondicionamiento y preparación del envío de stock. Según informan desde la empresa de Almassora, prevén tener operativo este centro de distribución a mediados de 2024.
Más allá de la eliminación de aranceles, que no eran muy elevados en el caso de Nueva Zelanda, el acuerdo permite disminuir considerablemente los requisitos y los procedimientos de conformidad para permitir un flujo más rápido de mercancías. También implicará mejorar el intercambio de información, cooperación, procedimientos aduaneros más eficientes (simplificados y digitalizados) y requisitos técnicos más asequibles, para abordar el mercado neozelandés, según señala un informe elaborado por las Cámaras de Comercio.
El Consejo de Cámaras ha hecho hincapié en el "fuerte dinamismo de las exportaciones valencianas al mercado neozelandés". Y es que en los últimos diez años las exportaciones de la Comunitat Valenciana a este país se han quintuplicado, "aunque muy marcadas por las ventas del sector del automóvil en este mercado". No obstante, la industria cerámica se encuentra entre las que más cuota de mercado han ganado en este país. Es por ello que este informe sitúa al azulejo entre los sectores mejor posicionados para aprovechar las oportunidades de este acuerdo de libre comercio.