VALÈNCIA. El macrodecreto del Consell que, entre otras cosas, ha cambiado el marco regulatorio de las plantas de energías renovables sigue siendo un quebradero de cabeza para el Botànic. Los 'fontaneros' del PSPV, Compromís y Unides Podem EU, con la socialista Ana Barceló reestrenándose en esta labor y con el president Ximo Puig en Portugal, negocian a contrarreloj la fórmula para validarlo este jueves en Les Corts sin que esté cerrado aún el pacto.
Entre las opciones que se estudian por parte de los socios minoritarios -Compromís y Unides Podem- es que el texto se acepte tal cual si, de manera paralela, se llega a un acuerdo para tramitar de manera inminente una 'ley de soberanía energética' que sirva como paraguas general de regulación.
Una ley, así lo exigen, que incluya por ejemplo la puesta en marcha de la Agencia Valenciana de Energía y que pueda retocar algunos aspectos del texto, para recoger algunas de las sugerencias de la Abogacía de la Generalitat que frenó el primer texto que salió del pleno del Consell.
Tras la aprobación por parte del pleno del Consell, a la segunda y después de casi dos meses de un decreto que se suponía que era urgente, la 'patata caliente' pasó a Les Corts, encargadas de validarlo, y desde el principio quedó claro que no iba a ser fácil. Diputados de Compromís y Unides Podem EU amagaron con romper la disciplina de voto ante las muchas dudas que el texto despierta en ambas formaciones, lo que les llevó a pedir que se tramitara como proyecto de ley, tal y como finalmente se hizo en el Congreso de los Diputados con el decreto que impulsó el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
El PSPV aceptó estudiar la propuesta pero, como medida de presión, advirtió a sus socios que, abrir el melón de revisar el texto, podía suponer cambios en los dos sentidos, es decir, en aumentar los controles y la autonomía de los ayuntamientos como pedían los minoritarios o en el contrario.
En las últimas semanas, las conversaciones entre los tres partidos han sido intensas y, el pasado viernes, la vicepresidenta Mónica Oltra dejó abierta la puerta a que Les Corts no enmendaran el texto del Consell. "Estoy segura de que el decreto se convalidará y es posible que no sea como proyecto de ley. En cualquier caso, los acuerdos a los que lleguen los grupos serán bienvenidos", destacó. Pero fue un poco más allá y dijo que no sólo es "posible" que se apruebe como decreto sino que "igual incluso tiene probabilidades" y las cifró en un "50%", aunque admitió que casi era "una porra" en la que tal vez estaba guiada por su optimismo.
Pero para votar 'sí' al decreto y dar seguridad a un texto que la parte socialista ha calificado desde el principio como "urgente", tanto Compromís como Unides Podem EU quieren que haya un pacto sobre lo que ellos consideran importante, que es un marco mucho más general y que vaya mucho más allá de las plantas de energía para ser un proyecto global. De hecho, la Agencia Valenciana de Energía es un instrumento que el partido morado lleva tiempo reivindicando y que Compromís puso de nuevo hace un par de meses sobre la mesa de negociación.
Ahora ambos podrían aceptar votar un texto, el del macrodecreto, con el que no se encuentran especialmente cómodos si el PSPV-PSOE acepta un acuerdo político con calendario inmimente firmado para la aprobación sobre esa ley de soberanía energética. De momento, este miércoles los partidos deberán fijar postura en el hemiciclo pero aún tendrán una prórroga de 24 horas para negociar.