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tienen una semana para llegar a un pacto sobre unas cuentas de las que sobran 3.000 millones

El Botànic vuelve a jugar con fuego con los plazos para aprobar la Ley de Presupuestos

El Botànic negocia los presupuestos de 2023
20/10/2022 - 

VALÈNCIA. El Govern del Botànic, compuesto por PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem, vuelve a sobrevolar peligrosamente el incumplimiento de plazos para presentar los Presupuestos de 2023, algo que ya ocurrió el pasado año por primera vez desde que el bloque de izquierdas alcanzara la Generalitat en 2015.

Un calendario que está doblemente subrayado en el marco legislativo valenciano. El artículo 34 de la Ley 1/2015 de Hacienda Pública, del Sector Público Instrumental y de Subvenciones señala que el proyecto de ley de Presupuestos de la Generalitat "se remitirá a Les Corts antes del 1 de noviembre de cada año". Mientras el artículo 76.4 del Estatuto de Autonomía subraya que el presupuesto "debe ser presentado a Les Corts al menos con dos meses de antelación al comienzo del correspondiente ejercicio". 

De esta manera, todo apunta al pleno del Consell del viernes 28 de octubre como fecha límite para presentar públicamente las cuentas con el correspondiente paso por Les Corts. En su defecto, el Gobierno valenciano debería reunirse de forma extraordinaria el lunes para cumplir, sobre la campana, con los plazos establecidos por ley.

Sin embargo, las negociaciones entre los socios del Ejecutivo sufren de un retraso que recuerda al del pasado año. A día de hoy, se han celebrado dos reuniones de la comisión política de Presupuestos, el órgano alumbrado el anterior ejercicio a petición de Mónica Oltra (Compromís) y Héctor Illueca (Unides Podem). De estos encuentros, la única conclusión extraída es que las consellerias han solicitado en total 3.000 millones más respecto a las cuentas del año pasado. 

Un excedente que el conseller de Hacienda, Arcadi España, no está dispuesto a asumir, especialmente cuando en las cuentas se han vuelto a incluir ya los 1.300 millones de euros "reivindicativos" -también conocidos como ficticios- correspondientes a la infrafinanciación y los 1.000 millones de euros extra del fondo para paliar la situación generada por la covid que el Gobierno de España ya dijo que no iba a abonar en 2022.


Así, el paso siguiente debe ser, tal y como ha pedido Hacienda, la contención por parte de las distintas consellerias -curiosamente las carteras en poder de los socialistas son las que más se han excedido-, aunque desde los distintos departamentos recalcan que no se ha especificado cuánto debe recortar cada uno. Además, en las distintas áreas subrayan que no disponen de una previsión de ingresos, con lo cual tampoco disponen de datos suficientes para cuadrar las cuentas; un relato que también recuerda al del pasado año. Con este escenario, este mismo lunes se celebró la tercera reunión de la comisión, pero no parece que se avanzara de forma destacada en las cuestiones que están ralentizando el proceso.

De esta manera, el Botànic vuelve a correr peligro de no llegar a tiempo en la que es la primera negociación presupuestaria para el conseller de Hacienda, Arcadi España, y también para la vicepresidenta primera, Aitana Mas. Curiosamente, en el último Seminari de Govern celebrado en septiembre, se llegó a un acuerdo verbal de que la negociación del presupuesto fuera lo más sosegada posible para no repetir el pulso del pasado año; una situación que los socialistas veían más factible con la ausencia de Mónica Oltra. 


No obstante, desde la coalición recalcan que tampoco están dispuestos a dar luz verde a las cuentas "de cualquier manera" cuando podrían convertirse después en los primeros presupuestos del Botànic III si las urnas les respaldan el próximo año. Es decir, que no descartan plantarse y que vuelvan a aprobarse fuera de tiempo.

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