El discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la conferencia de Jackson Hole el viernes no aportó nada nuevo. Sus comentarios siguieron la estela de las actas de la reunión del FOMC, publicadas a principios de esta semana, que dejaban claro que un recorte de tipos es inminente. En palabras de Powell, ha llegado el momento de endurecer la política monetaria. La dirección a seguir está clara, y el calendario y el ritmo de los recortes de tipos dependerán de los datos que vayan llegando, de la evolución de las perspectivas y del equilibrio de riesgos».
Aunque las recientes declaraciones del FOMC, incluido el discurso del viernes, han indicado que la Reserva Federal vigila tanto la inflación como el empleo en su doble mandato, parece estar claro que el empleo está pasando rápidamente a un primer plano. Esto se reconoció en el discurso del presidente Powell, cuando señaló que "no esperamos ni acogemos con satisfacción un mayor enfriamiento de las condiciones del mercado laboral" y también que "los riesgos al alza para la inflación han disminuido. Y los riesgos a la baja para el empleo han aumentado". Estamos ante un contexto en el que parece el Comité confía cada vez más en que la inflación seguirá aumentando a corto plazo. También ha señalado que "los riesgos al alza para la inflación han disminuido y los riesgos a la baja para el empleo han aumentado".