VALÈNCIA. El PPCV se ha mostrado dispuesto a apoyar al PSPV en su propuesta de bonificar al 99% el impuesto de Sucesiones para empresas familiares, pero también quiere jugar sus cartas. Los populares han anticipado que se abren a negociar con los socialistas la enmienda a la ley de Medidas Fiscales (conocida como ley de Acompañamiento) que ha partido al Botànic al no ser compartida por Compromís y Unides Podem. Si bien han presentado su propuesta alternativa, consistente en que se amplíen los beneficiarios de la rebaja de este tributo.
Fue la portavoz del PPCV en Les Corts, María José Catalá, quien verbalizó este lunes la estrategia en la que por ahora trabaja su formación. "Ya le trasladamos al PSPV que no hacía falta que se calentaran la cabeza con Compromís y Unides Podem en este tema, ya que nosotros estábamos dispuestos a apoyarles", afirmó. Por el momento, con condiciones que la síndica socialista, Ana Barceló, despachó con un "cuando llegue el momento hablaremos".
La enmienda presentada por los socialistas introduce los beneficios fiscales para las empresas familiares sin condiciones de bonificación, de manera que elimina la excepción que contemplaba la norma actual para aquellas que facturasen más de 10 millones de euros al año.
Las de los populares pretenden ir más allá y se centran especialmente en las familias que heredan. Así, piden una bonificación del 99% en las adquisiciones mortis causa e inter vivos en dos grupos de parentesco del causante o donante: los descendientes y adoptados menores de 21 años; y los descendientes y adoptados de 21 o más años, cónyuges, ascendientes y adoptantes. También proponen una bonificación del 50% sobre la parte de la cuota tributaria del tercer grupo de parentesco: colaterales de segundo y tercer grado, ascendientes y descendientes por afinidad.
Al margen de estas rebajas, otro de los textos aboga por realizar una reducción de la base imponible en el 99% del valor neto de los elementos patrimoniales en el supuesto de transmisión de una empresa individual agrícola a favor del cónyuge, descendientes, adoptados, ascendientes, adoptantes y parientes colaterales hasta el tercer grado. Siempre que se cumplan, añaden, unos requisitos. Primero, que la actividad no constituya la principal fuente de renta del causante. Y segundo, que el causante haya ejercido dicha actividad de forma habitual, personal y directa. Lo mismo en el caso de que el causante se encontrara jubilado en el momento de su fallecimiento y un pariente adquiriente de la empresa hubiera ejercido esta actividad.
En los casos de transmisiones de una empresa individual o de un negocio profesional a favor del cónyuge, descendientes, adoptados del causante, ascendientes, adoptantes o parientes hasta el tercer grado, proponen esa misma bonificación del 99% igualmente con condiciones: que el causante ejerza dicha actividad de forma habitual, personal y directa; y que constituya su principal fuente de renta.
En las transmisiones de participaciones en entidades en los mismos términos que los supuestos anteriores, los requisitos para la bonificación serán que la entidad no tenga por actividad principal la gestión de un patrimonio inmobiliario o mobiliario; y que la participación del causante en el capital de la entidad sea, al menos, del 5% de forma individual o del 20% de forma conjunta con sus parientes hasta el segundo grado.
En materia de impuestos, el PPCV y el PSPV son conscientes de que se la juegan con su táctica. De un lado, la propuesta de los socialistas está marcada por la cercanía de las elecciones. Durante los siete años que se encuentran al frente de la Generalitat no habían planteado la rebaja de Sucesiones, una medida largamente demandada por el sector empresarial e igualmente exigida por la oposición. Incluso habían criticado en general las bajadas de impuestos.
Sin miedo a las consecuencias del volantazo en el discurso, Ximo Puig cree que ahora gana con este planteamiento. Aunque sea insuficiente en comparación con el del PP. Su objetivo es ampliar su posible bolsa de votantes en el tramo final de la legislatura y, si saca adelante las medidas –más todavía sin sus socios de Gobierno pese a que suponga un evidente enfrentamiento–, puede vender una imagen de líder centrado para pescar apoyos de ese electorado, deseado tanto por populares como por socialistas en mitad de la caída de Ciudadanos.
El plan, lógicamente, no es compartido en absoluto por Compromís y por Unides Podem, que a su vez ya comienzan a apretar las tuercas al jefe del Consell en Les Corts con las preguntas parlamentarias y con los posicionamientos públicos. Una manera de marcar territorio en el bloque de izquierdas para contener fugas.
Mientras, los populares estudian los pasos que tienen que dar. El equilibrio en la estrategia ha de ser medido. En las declaraciones públicas, tanto su líder en la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, como su 'número dos', María José Catalá, se esfuerzan en remarcar que toda la reforma fiscal impulsada por el tripartito es práticamente un 'bluf' y que se queda corta. Pese a ello, son conscientes de que no apoyar cualquier rebaja de impuestos supondría una importante contradicción. Por una parte, con una de sus líneas políticas centrales. Por otra, con el mensaje de que son un partido serio y de Gobierno dispuesto a respaldar propuestas que interpreten como beneficiosas. A su vez, tampoco pueden regalar sus votos con excesiva facilidad. De ahí que, al menos, exijan al PSPV sentarse a negociar las enmiendas que han presentado (algo que probablemente no ocurrirá porque los socialistas no quieren que cale públicamente un acuerdo con el PPCV).
El primer logro de los partidos en Les Corts se produjo este mes cuando se votó la reforma fiscal del Botànic –con una bajada de impuestos a las rentas inferiores a 60.000 euros para este año y con la reforma del resto de tramos del IRPF para el que viene– y salió adelante por unanimidad (incluyendo a los populares y a Vox). Una imagen que no se suele ver en exceso en el Parlamento autonómico y menos en cuestiones especialmente trascendentales como esta. Es improbable que se repita con la rebaja de Sucesiones al tratarse de una enmienda presentada en solitario por el PSPV, pero podría verse cómo sale adelante con el apoyo del principal partido de la oposición. A la espera de que los socialistas pongan algo de su parte.