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OPINIÓN

¿Es la sostenibilidad una oportunidad?

El experto tiene claro que se ha convertido en un elemento eje, vertebrador de la estrategia de las mejores empresas por pequeñas que aún sean

17/12/2021 - 

VALÈNCIA. Cada vez se escucha en más foros hablar de sostenibilidad, de responsabilidad social de las empresas, de responsabilidad medioambiental, de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o del impacto ambiental y social de las empresas. Pero una mayoría de los empresarios piensan que esto es cosa sólo de grandes empresas. Piensan que es “una carga más”. O piensan que “no aporta” nada especial a su negocio. Quisiera aprovechar este artículo para explicar por qué conviene mirar la sostenibilidad con otra perspectiva, con la mirada de la oportunidad.

Primer nivel. Empezaremos hablando del 'efecto cascada' que se está produciendo desde el ámbito financiero. Todas las entidades financieras están sometidas hoy en día a requisitos relacionados con la sostenibilidad. Las entidades financieras constituyen uno de los sectores más sometidos a regulación. Y esto ha llevado a la obligación de emitir sus memorias de información no financiera. Estas memorias no son un mero ejercicio de transparencia, les obligan a realizar ejercicios de análisis de riesgos medioambientales y sociales de su actividad y, también, de los riesgos medioambientales y sociales de la actividad de las empresas a las que financian. Las estadísticas han acabado demostrando que las empresas sostenibles desde un punto de vista ambiental y social son también mas sostenibles desde un punto de vista económico. Conclusión inmediata: las entidades financieras saben que las 'empresas sostenibles son más confiables que las empresas 'no sostenibles'. Conclusión mediata o posterior: Las entidades financieras han introducido en los programas de análisis de riesgos y atribución de rating de riesgo a sus clientes el criterio de sostenibilidad, por lo que ofrecen tipos de interés mas económicos a sus clientes cuando son empresas que demuestran su sostenibilidad, que cuando no la demuestran. Solo por ese motivo ya se convierte en una oportunidad empezar a trabajar en cualquier empresa en el análisis de la 'sostenibilidad propia'.

Segundo nivel. Las empresas cuando crecen empiezan a buscar inversores, lo que se llama la alternativa financiera a la banca. Este se compone desde family office, a fondos y sociedades de capital riesgo a otros fondos de inversión, conforme crece la complejidad de las empresas. ¿Qué esta ocurriendo en ese universo inversor? En cuanto hablamos de fondos o sociedades regulados, empezamos a conocer cómo las Directivas europeas y las buenas prácticas internacionales están teniendo un aceleradísimo movimiento hacia la sostenibilidad. Hace muy pocos años se hablaba de que empezaban a haber fondos con criterios ESG, siglas en inglés referidas a criterios medioambientales, sociales y de gobernanza. Hoy ya no se habla así. Todos los Fondos hablan de su relación con la sostenibilidad. Incluso los llamados 'Vice Funds', fondos que invierten en la industria del vicio, hablan para explicar que no son socialmente responsables. De hecho, los fondos que quieren mencionar la responsabilidad social se clasifican legalmente en tres tipos de categorías:

  • Aquellos que simplemente cumplen con la obligación de explicar cómo “integran los riesgos de sostenibilidad en sus decisiones de inversión”, (llamados fondos del artículo 6)
  • Aquellos que promueven, entre otras, características medioambientales o sociales, o una combinación de ellas, siempre y cuando las empresas en las que se hace la inversión observen buenas prácticas de gobernanza, (llamados fondos del artículo 8)
  • Y aquellos que tienen como objetivo inversiones sostenibles, y designan un índice de referencia para su seguimiento (llamados fondos del artículo 9 o fondos de impacto).

Obsérvese que, por tanto, los inversores, potenciales suministradores de fondos para el crecimiento de las empresas, ya han asumido en el núcleo de sus decisiones de inversión la definición de los criterios con los que van a afrontar la sostenibilidad. La asunción de una estrategia de sostenibilidad ambiental y social por parte de cualquier empresa es la única forma de ir elaborando un recorrido previo que pueda ser evaluado adecuadamente por este tipo de fondos a los que en un momento dado las empresa pueden tener que recurrir, bien para crecer o bien para salir de una situación de crisis. Por tanto la estrategia de sostenibilidad es un elemento de oportunidad.

Tercer nivel. La mayoría de las empresas podemos decir que optan por uno de estos dos tipos de negocio: el b2b (business to business), o negocio en el que los clientes son otras empresas; y el b2c (business to consumer), o negocio en el que los clientes son los consumidores. 

  • Veamos qué pasa en las empresas b2b. El efecto legal de la generalización de la obligación de las memorias de sostenibilidad (o memorias de información no financiera) que ya alcanza a las empresas que reúnan dos de tres características (más de 250 trabajadores, activos de mas de 20 millones de euros o cifra de negocio de mas de 50 millones de euros) ha conllevado a que éstas se vean empujadas (y dentro de poco obligadas por una Directiva europea de Diligencia debida) a investigar la sostenibilidad ambiental y social de todos sus proveedores. Esto lleva a que descarten proveedores que infrinjan criterios de sostenibilidad, y también lleva a que entre los que no los infringen, prefieran a los que tienen políticas de sostenibilidad porque aportan valor a su cadena de valor. Piénsese en aquellos casos de daño reputacional que generan los proveedores peligrosos a las empresas que los contratan. Las empresas sostenibles grandes y medianas quieren que sus proveedores se alineen con sus objetivos de sostenibilidad.  Por poner un ejemplo. Una empresa que elabore su memoria de sostenibilidad con criterios GRI no sólo debe intentar informar adecuadamente de cuánto contamina directamente, sino también de cuánto contamina indirectamente. Es lógico, porque si no la sostenibilidad sería ficticia, bastaría con externalizar los procesos menos sostenibles. Por tanto, la Sostenibilidad se convierte en una Oportunidad para las empresas que la gestionan, porque les permite conservar y captar clientes entre empresas de mayor dimensión.
  • Y lo mismo con las empresas b2c. En ellas el riesgo reputacional se ha convertido en un arma peligrosa de mercado. Las redes sociales pueden causar un efecto devastador en la reputación de una marca y en las ventas de sus productos. Y, por el contrario, una reputación de sostenibilidad bien gestionada ayuda a hacer más vendibles los productos ante unos consumidores cada vez más exigentes. De nuevo la Sostenibilidad como oportunidad.


Cuarto nivel. Los propios equipos. Las nuevas generaciones de trabajadores (y sobre todo a partir de cualificaciones incluso medianas) ya no buscan sólo el empleo, buscan trabajar a gusto, identificarse con la empresa en la que trabajan, saber que su trabajo tiene un valor añadido. Esto ha convertido en un reto de la estrategia laboral de cualquier empresa la llamada 'retención del talento'. Los mejores trabajadores se pueden quedar en una empresa pese a recibir una oferta económicamente mejor, si se sienten comprometidos con los objetivos de su propia empresa. La sostenibilidad se convierte así en un compromiso con los propios equipos humanos que conforman la empresa. La estrategia de sostenibilidad, elaborada pacientemente y con objetivos estratégicos, ayuda a las empresas a fortalecer el crecimiento de sus equipos y, por ende, de la propia empresa. De nuevo oportunidad.

¿Tiene sentido seguir considerando la sostenibilidad, la responsabilidad social y ambiental, como una carga que no aporta valor? Definitivamente no. Es ya un elemento eje, vertebrador de la estrategia de las mejores empresas por pequeñas que aun sean.

Rafael Carrau es socio director de Senex Consultores

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