Europa obvia la crisis citrícola valenciana y no se plantea medidas para garantizar su viabilidad

25/01/2019 - 

CASTELLÓN. La Unión Europea no tiene ninguna intención de garantizar la continuidad del cultivo de la naranja en la Comunitat Valenciana. En las diferentes reuniones que la delegación autonómica encabezada por la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, llevó a cabo ayer jueves en Bruselas, los dirigentes comunitarios no adoptaron ningún compromiso para tratar de atajar las causas de la crisis que especialmente en esta campaña sacude al sector citrícola castellonense y autonómico. 

Cebrián -acompañada por los representantes de los agricultores (Carles Peris por la Unió de Llauradors y Cristóbal Aguado por la Asociación Valenciana de Agricultores, AVA-Asaja), de los exportadores (estuvo el presidente del Comité de Gestión de Cítricos, Manuel Arrufat) y de las cooperativas (con su presidente, Cirilo Arnandis, al frente), además del secretario autonómico y el director general de Agricultura, Francisco Rodríguez y Roger Llanes- tuvo un encuentro con el comisario europeo del ramo, Phil Hogan, y asistió al debate que la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo celebró ex profeso para abordar la crisis citrícola española. Pero de ninguna de estas citas, como tampoco de la reunión con el gabinete de la Comisaría de Comercio de la UE, que también celebró ayer, salió ninguna propuesta concreta. 

A pesar de ello, Cebrián, que ha logrado trasladar el intenso debate que se vive en la Comunitat hasta el seno de la Unión Europea, valora de forma positiva los encuentros porque abren "nuevas vías de trabajo y futuro al sector" para tratar de modificar los acuerdos con países terceros. Esta es la principal reivindicación de los citricultores, sobre todo en la aplicación de la cláusula de salvaguarda para las importaciones de Sudáfrica y la exigencia de reciprocidad en los tratamientos fitosanitarios y los requisitos de exportación en frío. Pero lo cierto es que, en el debate, desde la Comisión Europea trasladaron las dificultades de la activación de la cláusula de salvaguarda. 

"Desconocimiento"

Ante esto, el secretario general de la Unió, Carles Peris, acabó la jornada en Bruselas "indignado". Y es que, según destacó, el representante de la Comisión no exhibió "ni un simple atisbo de autocrítica" y sí "un alarmante desconocimiento de la realidad" a la hora de detallar las razones de la crisis citrícola, que deja pérdidas millonarias a lo largo y ancho del territorio autonómico. En el mismo sentido apuntó el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, quien, ante la pasividad de la CE, pidió al Ministerio de Agricultura que se ponga "manos a la obra" para realizar los estudios pertinentes que permitan activar la cláusula de salvaguarda en la próxima campaña. 

De hecho, Aguado pide que se aplique no solo a Sudáfrica, que ha variado su política de exportación para hacer coincidir su fruta con la local, sino que esta además se extienda a Egipto y Turquía, dado que estos países, especialmente el primero, han multiplicado sus envíos de naranja a la Unión Europea, de forma que la "inundan" anualmente con más de 1,5 millones de toneladas de cítricos "compitiendo con los españoles, cuando ni las condiciones laborales, medioambientales, fiscales o fitosanitarias son las mismas que rigen en la UE". 

En el "diálogo de besugos" que en opinión de Peris se convirtió el debate de la Comisión de Agricultura, las eurodiputadas socialistas Clara Aguilera e Inmaculada Rodríguez-Piñero defendieron las tesis de los agricultores valencianos. Así, Aguilera, que es además vicepresidenta de esta comisión, solicitó "reciprocidad" en los envíos de fruta y desde las instancias comunitarias se limitaron a señalar que "nunca rebajan las condiciones fitosanitarias en los acuerdos comerciales con terceros países". Esto obvia el fondo de la cuestión, como resalta Peris: la equiparación en cuestión de materias activas, dado que, como esta misma semana ha denunciado la Unió, para el cultivo de naranja, los agricultores sudafricanos tienen autorizados medio centenar de productos que no es posible usar en la UE, algunos de ellos altamente peligrosos. 

Esto, en opinión de la eurodiputada valenciana Inmaculada Rodríguez-Piñero, "deja en desventaja a nuestros cítricos, que cumplen con estándares y controles de calidad mucho más elevados". Por ello pidió además que la UE "refuerce la legislación aduanera para garantizar que todas las importaciones cumplen las exigencias europeas de calidad". Aguilera censuró además el solapamiento de las campañas del hemisferio norte y el sur "cada vez con más frecuencia" y el hecho de que se reduzcan los aranceles, de forma progresiva, para la naranja que llega de Sudáfrica, hasta el 30 de noviembre. En este sentido, mostró su preocupación por el horizonte libre de aranceles a partir de 2026.

Ante la negación de la Comisión Europea, cuyo representante achacó a "las condiciones internas de producción de las zonas citrícolas españolas (climatológicas o de organización comercial, entre otras)" los problemas en la campaña actual, indicó Peris, la consellera, aunque apuesta por seguir incidiendo en el trabajo en Bruselas, remarca que el sector debe insistir en fortalecer su asociacionismo y reforzar sus estructuras para beneficiarse de ayudas comunitarias, algo que hasta ahora no ha logrado. 

Invitación

En su labor para trasladar el punto de vista valenciano del problema, desde la Unió se trasladó a los representantes de la Comisión Europea una invitación para visitar la Comunitat y conocer in situ la problemática del cultivo de los cítricos, "hablando con el sector para ver la realidad en la que están sumidos los productores, con sus campos repletos de cítricos en el árbol o en tierra", apuntó Peris.

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