VALÈNCIA. Hace apenas unos días que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, destacaba como uno de los avances en materia cultural la nueva fórmula de Circuit Cultural Valencià (CCV), el proyecto descentralización de la programación escénica impulsado desde el Institut Valencià de Cultura (IVC) en colaboración con distintos municipios de la Comunitat. Lo hacía en el primer Debate de Política General en Les Corts, en el que alabó un nuevo modelo que, destacó, ampliará el número de municipios participantes.
Fue, precisamente, el pasado mes de junio cuando la Conselleria de Cultura firmó un convenio con la Federación de Municipios y Provincias (FVMP) para impulsar este nuevo modelo, tras los numerosos tirones de orejas de Hacienda por su gestión. La fórmula se diseñaba entonces con Vicente Barrera (Vox) como cabeza de la cartera de Cultura, que poco después pasó a ser dirigida por José Antonio Rovira tras la salida del partido del gobierno autonómico, que ahora lidera en solitario el Partido Popular.
El nuevo modelo de Circuit, sin embargo, aterrizó entre las críticas de una buena parte del sector profesional, que puso en dudas varios de los aspectos del mismo y cuestionó su idoneidad. Pero, ¿cuál es la solución entonces? Los programadores del CCV y la asociación Gestió Cultural ha puesto negro sobre blanco cuál es la fórmula que consideran idónea para el proyecto, un modelo “más transparente” que han remitido a la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, y que presentaron este martes en el contexto de la jornada ‘A l´Escolta’, que se ha celebrado en la Casa Museo Azorín, de la localidad alicantina de Monóvar.
Según sus impulsores, con este nuevo modelo se busca dar solución a la “grave situación” que ha generado el convenio del IVC con la Federación de Municipios y Provincias, que ha suscitado “mucho malestar” en el sector cultural y que “no ha cumplido con las expectativas del IVC”, obteniendo “peores resultados que el modelo anterior”. Con todo, la propuesta de los gestores culturales mira como ejemplo a la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid, que viene funcionando desde el año 2000, una actualización y adaptación a la realidad valenciana.
En este sentido, el documento señala como marco la firma de un convenio entre el IVC, las administraciones locales, las mancomunidades de municipios y las universidades públicas que formen parte del Circuit. De acuerdo con el texto presentado, el CCV se gestionaría a través de un plenario en el que participarían los responsables de las entidades miembro, convocado por el Director General del IVC, que llevará a cabo una asamblea al menos una vez año, plenario que determinará la Comisión de Representantes, formada por al menos por dos gestores culturales de cada provincia, así como las Comisiones de Programación.
Esta última figura es especialmente relevante, cuatro comisiones –una por artes escénicas, otra musical, audiovisual y para la infancia- formadas por responsables de programación de las entidades miembros, cuyo cometido será ir a ferias y festivales y realizar propuestas de espectáculos en gira o de especial interés. Por lo que respecta a la financiación, la propuesta contempla que el IVC, como norma general, participaría abonando el 50% del caché de las actividades, siendo por cuenta del municipio el pago del porcentaje restante así como el coste del material técnico y recursos humanos. Se contempla también la posibilidad de que otras entidades, públicas o privadas puedan participar en la financiación del porcentaje correspondiente a la entidad participante.
Por lo que respecta a los requisitos para formar parte del Circuit Cultural Valencià, los municipios o universidades que deseen formar parte deberán disponer de un espacio adecuado para el desarrollo de la actividad escénica, musical y audiovisual, que cederán al IVC sin cargo durante el tiempo en que se desarrolle le actividad. También deberá disponer, como mínimo, de un gestor cultural y responsable técnico de los espacios, que podrá formar parte de la plantilla o ser externalizado.