CASTELLÓ. La centenaria historia del Club Deportivo Castellón posee innumerables y variados capítulos que relatan a través de sus páginas el paso del tiempo en la entidad y en la ciudad desde diferentes perspectivas. Uno de ellos llevaba tiempo cerrado, pero ahora vuelve a escribir unas líneas que quedarán grabadas ya en la segunda centuria del equipo.
El pasado 28 de junio, Bob Voulgaris, presidente del Castellón, desveló en una rueda de prensa que el neerlandés Dick Schreuder asumía el cargo de entrenador. Schreuder se convertía de esta manera en el decimotercer técnico extranjero, es decir nacido fuera de España, en la historia albinegra y el segundo en el presente siglo XXI.
En más de cien años han pasado personalidades de todo tipo por el siempre complicado banquillo orellut, especialmente si se revisa la historia a partir de ese pequeño grupo de místeres foráneos. Desde preparadores estrictos a enamorados de la posesión de la pelota, pasando por estrellas del fútbol mundial u otros que no se subieron al autobús para dirigir su quinto partido. La lista de entrenadores extranjeros del Castellón merece un repaso.
En la década de los años 20 del siglo pasado, el fútbol empezaba a hacerse un hueco entre los entretenimientos de la sociedad castellonense. La figura del entrenador no estaba profesionalizada y gran parte de las decisiones deportivas recaían en la directiva. El Castellón, que empezaba a rodar, trató de revertir esa tendencia de la mano de Juan Bautista Segarra, segundo presidente del club, que creía fundamental el puesto de técnico.
De esta manera, en 1924, José von Kauffer se convirtió en el primer director técnico extranjero de la historia albinegra. El entrenador germano dominaba el idioma castellano y tenía un gusto extremo por el trabajo físico. Tanto era así que, en sus entrenamientos, de los que era partícipe, no solía hacer uso de balones. En su única temporada al frente del equipo, la 1924-25, Von Kauffer llevó a los albinegros al subcampeonato regional.
El profesionalismo alcanzó el banquillo del Sequiol en 1926, con la mediática y costosa contratación del afamado Jack Greenwell. El míster inglés venía de firmar una exitosa trayectoria en el Fútbol Club Barcelona como jugador y entrenador. Greenwell era un pionero y aportó directrices novedosas para la época, con un fútbol de sello propio y más táctico que físico.
Sin embargo, la llegada del maestro británico a Castelló estuvo a punto de no producirse, pues el equipo desilusionó a Greenwell en su primer partido y éste regresó a Barcelona. "No he visto a nadie hacer una cosa completa esta tarde, se ha de trabajar más el cerebro que el pie", manifestó en sus primeras palabras en la prensa local. Convencido por un directivo, volvió dos semanas después para hacerse definitivamente con el mando del conjunto.
El preparador de Crook reclutó a jóvenes promesas, como Centelles o Guillén, y dirigió al Castellón en dos temporadas, de 1926 a 1928. En la primera logró un subcampeonato regional, pero en la segunda abandonó el barco a dos jornadas del final del torneo autonómico al aceptar una jugosa oferta de 12.000 pesetas del Real Club Deportivo Español.
Carlos Platko tomó las riendas de Castellón apenas dos años después, entre 1929 y 1931. Por entonces, echaba a andar un campeonato nacional de Liga formado por divisiones. El entrenador húngaro, elegante y serio, pero con un escaso control del lenguaje local, tuvo éxito sobre todo en su primera campaña. Aquel curso, el Castellón logró el ascenso a Segunda y el Campeonato Regional, el segundo de su historia.
Una vez superada la mitad de siglo, Manuel Cruz entrenó al Castellón en dos temporadas, de 1957 a 1959, en la tercera categoría nacional. Cruz nació en Orán, Argelia, y era un gran conocedor del fútbol aragonés y catalán, regiones de las que firmó a varios jugadores. En su primera temporada condujo al equipo a la promoción de ascenso, pero no pudo lograrlo ante el CD Málaga. El preparador argelino no tuvo tanta suerte en su segunda campaña y fue destituido a mitad de la misma.
Pocos años después, Pedro Sará, que había realizado una gran labor en el juvenil, dirigió a los albinegros entre 1963 y 1965. El argentino disputó dos promociones de ascenso a Segunda, pero el objetivo no se consiguió en ninguna.
Trece entrenadores extranjeros, incluido Schreuder, han pasado por el Castellón en su centenaria trayectoria. Pese a lo selecto de la lista, uno de ellos posee el récord de más partidos dirigidos. Lucien Müller guio a los albinegros en 173 encuentros, separados en dos etapas diferentes. La primera, entre 1970 y 1974, reside en el imaginario colectivo como la más gloriosa del club, con perdón de los dorados años 40.
Los pupilos de Müller lograron el ascenso a Primera en 1972 y el año siguiente firmaron un ejercicio para la historia. El preparador francés rozó la clasificación a Europa con una quinta posición en 1973 y encabezó a los orelluts en el partido más importante de su historia, la final de la entonces Copa del Generalísimo. Cosas del fútbol, el Castellón perdió la categoría bajo su mandato la campaña posterior.
Müller se ganó el respeto de la afición mediante su carácter dialogante y educado. En lo futbolístico, le acompañaban unas ideas claras y sus equipos eran conocidos por querer la pelota. Además, supo gestionar un vestuario compuesto por veteranos y jóvenes talentos, como Planelles o Vicente del Bosque, que a menudo eran prestados por el Real Madrid dada la buena relación entre los presidentes Emilio Fabregat y Santiago Bernabéu.
Quince años más tarde, el Castellón estrenaba los 90 con un decimocuarto puesto en Primera. Sin embargo, la campaña venidera no empezó bien y la directiva de Domingo Tárrega confió en Müller para reemplazar a Luiche. Sin tiempo para la reacción, el francés no logró evitar el descenso de categoría. Pese a que continuó el siguiente curso en Segunda, fue cesado en la novena jornada debido a la preocupante clasificación del equipo.
Tras la primera destitución de Müller, el Castellón dio continuidad a las ideas internacionales y se fijó en la pujante escuela balcánica. Alexander Obradovic sustituyó a Paco Gento en la temporada 1974-75 y logró remontar al equipo. Obradovic sacó un gran rendimiento a una plantilla compuesta por estrellas como Racic o Cioffi y confió en Enrique Saura desde la cantera. No obstante, en su segundo curso fue cesado por Fabregat al revelarse una fotografía del serbio con su rival por la presidencia.
A continuación, una estrella del fútbol mundial se cruzó en el camino del Castellón. Alfredo Di Stéfano, ahora sumido en el aspecto táctico del deporte, tomó el relevo de Obradovic en el banquillo de Castalia para la 1976-77. La Saeta Rubia llegó con el objetivo del ascenso a Primera, pero luchó por no descender, situación que se evitó milagrosamente con tres victorias en los tres últimos encuentros del curso.
Entre los diversos tipos de entrenadores figura el conocido como hombre de la casa, a quien se recurre cuando el temporal azota y se busca un nuevo capitán. Osman Bendezu fue uno de los muchos que jugó ese papel en el Castellón. El técnico peruano, ex jugador albinegro, perdió la máxima categoría en 1982, ejercicio que había iniciado como segundo de Benito Joanet. Bendezu cumplió la misma función en la 1996-97, cuando sustituyó a Causanilles en una de las infames once campañas consecutivas en Segunda B.
De vuelta a los años 80, el magiar Antal Dunai reemplazó a Antonio Torres en enero de 1985. Tras una primera media temporada tranquila en Segunda, la siguiente comenzó de forma prometedora gracias a un fútbol magnífico. No obstante, antes de un partido de Copa ante el Athletic Club presentó su dimisión. En el momento de la presentación de su sustituto, Roberto Gil, compareció en Castelló para volver a coger las riendas del equipo, pero el club le negó la propuesta.
Finalmente, Carlos Eduardo Virba y su paso fugaz por el desprecintado banquillo del Nuevo Castalia, en 1987, escriben uno de los capítulos más curiosos de la historia albinegra. El técnico lituano había trabajado en su país y perfeccionó el castellano durante exóticos periplos por diferentes países de Sudamérica.
Bajo su batuta, el Castellón lideraba la Segunda división tras las primeras cuatro jornadas. Sin embargo, Virba chocó con el gerente del equipo, Alberto Felip, y se negó a subir al autobús para disputar la quinta fecha en Cartagena si lo hacía el directivo. En esa confrontación, Tárrega defendió a su gerente y destituyó al lituano, que dejó el club con un registro impoluto, dos triunfos y dos empates.
El nuevo siglo trajo consigo tiempos oscuros a la entidad albinegra, que estuvo en un estado crítico general durante el principio de la década pasada. La extensa nómina de 36 preparadores en los últimos 22 años así lo certifica en el apartado futbolístico. Por poco probable que parezca, únicamente uno de ellos nació fuera de España, aunque su caso es un tanto especial.
Álvaro Cervera sustituyó a Javi López en 2005 a falta de cinco jornadas para la conclusión de la campaña regular en Segunda B. El Castellón terminó cuarto y superó la promoción de ascenso para alcanzar, por fin, la categoría de plata del fútbol español. Cervera nació en Guinea Española, actual Guinea Ecuatorial, territorio que alcanzó la independencia española en 1968.
La nueva propiedad del club, que asumió su custodia el día del centenario, ha reformado la institución en todas sus parcelas, incluida la táctica. Schreuder abandera el próximo proyecto orellut con unos ideales que recuerdan a Greenwell un siglo después. "Me gusta hablar de un fútbol de ataque, en el que vamos hacia delante, rápidamente y mediante la posesión del balón", aseguró el entrenador neerlandés en su introducción.
El fútbol ha cambiado desde aquel entretenimiento alegre hasta convertirse en un espectáculo de masas. Castelló y su club deportivo también se han transformado con el imparable paso del tiempo. No obstante, cien años después, las miras apuntan de nuevo fuera de las fronteras nacionales para encontrar una mente diferente en busca del éxito.
Con la colaboración de Ximo Górriz y Guillermo Viciano (CDCS Stats).
Para la elaboración de este reportaje se han tomado como referencia los datos y las informaciones publicadas en ‘A la memoria llega la gloria, libro oficial del centenario del Castellón’, ‘En el escudo de tu historia’, de Conrado Marín y Miguel Ángel Serer, e ‘Y fuimos albinegros’, de José Luis Tirado, Josety.