VALÈNCIA. (EFE) La coordinadora general del Bloc y coportavoz de Compromís, Àgueda Micó (L'Olleria, 1978), confiesa en una entrevista con EFE que está enganchada a los ejercicios de Patri Jordán, que ve siempre las series en versión original, que lee mucho ensayo y que el libro que le ocupa ahora es 'Follem?'.
-¿Si abrimos su Spotify, qué música encontraremos?
-Últimamente escucho la Fúmiga en bucle para distraerme, me resultan muy divertidos y frescos. El Diluvi me encanta, me dan muy buen rollo. También me gustan La Habitación Roja, Aspencat, La Casa Azul, Manel, Roba Estesa, Tesa, La Raíz, Zoo ...
-¿Es de las que en el confinamiento se dedicó a hacer tartas?
-Piso poco la cocina de normal. No me gusta cocinar, pero mi pareja lo hace por mí, es un gran cocinero y ha hecho tartas, pan y todo el 'kit confinamiento'.
- ¿De cuándo viene su afición a hacer ejercicio con Patri Jordán?
-Del confinamiento: me la presentó una amiga y fue amor a primera vista. Hacía siglos que no hacía ejercicio más allá de salir a pasear por la montaña y he redescubierto una parte que me gusta. Todavía continúo con Patri.
-¿Es mujer de mar o de montaña?
-De montaña, porque es mi estado natural, me gusta pasear por la sierra desde siempre. Desde pequeña la descubrí de la mano de los Scouts y me gusta la naturaleza. Aunque no le hago ascos a la playa.
-¿Se le acumulan los libros en la mesita de noche?
-Sí. Estoy leyendo 'Follem?' de Bel Olid, una lectura que te permite deconstruir todos los esquemas aprendidos sobre como vivimos la sexualidad. Hace poco terminé 'El New Green Deal Global', de Jeremy Rifkin, muy interesante. Tengo pendiente un libro sobre utopías de Francisco Martorell Campos. Los ensayos me gustan. En ficción, soy una incondicional de Ken Follet, me desestresa.
-¿Aunque el día haya sido largo, siempre encuentra tiempo una serie o película?
- Sí, me gusta mucho y me ayuda a evadirme de la realidad. Soy muy fan de HBO y FilminCat. Solo veo películas y series en versión original, los doblajes me parecen herejías. Solo rompo la regla cuando voy al cine con mi hija. Mi pasión por las series empezó con Lost. Últimamente me ha enganchado Big Little Lies, The Handmaid’s Tale, Years and Years y Mach de Filmin. Con las pelis, siempre tengo a mano una comedia romántica de los 80 o un drama de época tipo Pride and Prejudice de lágrima fácil.
-¿Viajar es para usted una afición o una necesidad?
-Es más una necesidad. Mi día a día es muy intenso, por eso viajar implica desconectar completamente, siempre vuelvo nueva: me da igual que sean 3 días de puente o el viaje de verano.
-Confiese: ¿cuál es el destino que le tiene robado el corazón?
- Sarajevo. La historia de sus calles llenas de agujeros por la guerra, los cementerios llenos de lápidas de gente de mi edad. Me llegó mucho la alegría de su gente pese al sufrimiento vivido, y me impresionó la fuerza de esa gente después de todo lo que habían sufrido.
-¿Sería capaz ahora mismo de tocar una melodía con un saxo?
-Sí, una no muy difícil. Soy chica de banda de música. La cultura de banda es una de las mejores cosas que tenemos al País Valencià, patrimonio inmaterial de la humanidad.
-¿Cuál es ese plan que tuvo que aplazar por la pandemia y tiene pendiente?
- Nuestro viaje de verano a Costa Rica, estuvimos a punto de comprar los billetes y apareció la pandemia y lo dejamos correr. Cuando podamos iremos, dicen que es un sitio maravilloso, con una flora y fauna muy especiales y perfecto para viajar con niños.
- ¿En vacaciones practica la desconexión tecnológica, o no puede evitar la tentación?
- No lo puedo evitar, ni en vacaciones ni nunca. Lo intento, pero me cuesta. Qué desastre.
-¿Su afición a la política le viene de familia?
-Soy pionera. En mi casa no se ha practicado nunca la política activa a través de la afiliación a un partido. Lo que sí me han enseñado en casa son los valores de la solidaridad y la implicación social. Hay mucho activismo social en los pueblos, barrios y ciudades, más allá de la política partidista, y es esencial que así sea.
-¿Cómo recuerda los veranos de su infancia?
-Con mucho cariño. Tenemos una casa de campo en el pueblo y pasamos allí los veranos. Íbamos de piscina en piscina todos los amigos, primero con nuestros padres y después con las motos. Yo tenía una Derbi Variant que quería más que a mi vida. Todavía disfruto como una enana de la piscina, de la casa de campo y de las fiestas del pueblo.
-¿Quién tiene un pueblo, tiene un tesoro?
- En mi caso sí, de hecho continúo viviendo en mi pueblo, L'Olleria. Me ha visto crecer y quiero que mi hija también crezca en él. Mi pueblo es la tribu, el lugar donde está mi familia y mis amigos, y donde mi hija crece tranquila y cuidada mientras yo estoy abducida por mi trabajo en la política.