VILA-REAL. Ya sea durante una reforma o en una obra nueva, la elección de los materiales con los que vamos a revestir nuestro hogar es un punto muy importante. Dos de las zonas que más nos hacen plantearnos qué materiales y azulejos escoger son la cocina y el baño. Para ello, hay que tener en cuenta muchos elementos: el color del porcelánico, la forma, el tamaño, el acabado…
La elección del revestimiento del baño se verá afectada por las cualidades de este: la entrada de luz natural, el espacio, la ubicación de los sanitarios… Y, por último, el estilo de tu hogar. En este post nos decantamos por la neutralidad, por lo tanto, vamos a ver las posibilidades que nos dan los azulejos blancos a la hora de alicatar nuestros baños.
Los tonos neutros nos dan sensación de orden, limpieza, luminosidad… son la opción ideal para aquellos que buscáis luz y amplitud. Lejos de los colores estridentes o de la sobriedad de los tonos más apagados, los azulejos blancos crearán un efecto muy interesante en tu baño. Los azulejos blancos pueden combinarse con otras texturas o acabados que le den movimiento, como los porcelánicos con relieves, pero también se puede combinar con otros colores.
Precisamente el color blanco nos permite jugar con otros azulejos de tonalidades frías o cálidas, como el porcelánico cementoso, los porcelánicos que imitan la madera, los azulejos metalizados… En este post apostamos por la combinación de un baño blanco con pavimento porcelánico imitación madera.
El diseño nórdico, el clásico, el oriental o el rústico son los estilos que más inspiran a los interioristas de nuestra década. Todos ellos tienen un material en común: los suelos de madera. En cada uno de ellos, el diseño y veteado de la madera será diferente. Con más carácter y contraste para espacios de inspiración rústica o, por ejemplo, más suaves si buscamos recrear un espacio oriental.
La madera en cualquiera de sus colores dará más protagonismo a tu revestimiento blanco gracias a sus variaciones de tono, la profundidad de sus vetas y la perfección de sus nudos.
Sí es cierto que un tono claro, al tener menos contraste que una madera oscura como un ébano o wengue, ayudará a reforzar aún más esa sensación de amplitud y luminosidad que buscamos y también nos ayudará a transmitir calma y relajación cuando estemos usando este espacio.