CASTELLÓ. La maquinaria italiana para la industria cerámica ha conseguido mantener el tipo este año pese a la crisis de demanda que atraviesa el sector azulejero a nivel mundial. La industria italiana prevé culminar el 2023 con un ligero declive: según las proyecciones basadas en datos preliminares reunidos por MECS - Centro de Estudios Acimac, se espera que los ingresos anuales del sector alcancen los 2.310 millones de euros, marcando una disminución del 1,7% en comparación con el año anterior.
Las exportaciones italianas del sector de la maquinaria cerámica, según estos datos, acabarán este año con una caída del 4,1% con respecto a 2022, alcanzando los 1.620 millones de euros, Así, cerca del 70% de las ventas son envíos al exterior, lo cual evidencia la importancia de las exportaciones para la buena marcha de la industria italiana. El resto de las ventas italianas, cerca de un tercio de la facturación, corresponde al mercado interior, que en este caso ha mostrado un crecimiento notable, alcanzando los 687 millones de euros, lo que supone un aumento del 4,6%. Una mejora, en parte, que el centro atribuye a conjunto de pedidos acumulados tras el impacto más fuerte del Covid-19.
A pesar de haber registrado un récord en 2022, incluso ante la crisis inflacionaria en el suministro energético y de materias primas, el sector se consiguió mantener estable en 2023, señala en ese sentido las estimaciones del centro. En ese sentido, indica, que los primeros seis meses estuvieron en línea con el año anterior, mientras que en la segunda mitad del año se vivió una contracción del mercado. Y durante los últimos meses de 2023 especialmente, se ha observado una disminución en los indicadores, en parte impulsada por el alza de los tipos de interés.
Este panorama ha desencadenado un efecto negativo en la economía global que se ha reflejado en el sector de la construcción, que a la postre es uno de los principales clientes para toda la industria cerámica. En ese sentido, el Centro de Estudios Acimac prevé una pérdida global de producción de 1.000 millones de metros cuadrados de azulejo y cerámica este año, lo cual muestra la situación de la industria azulejera, de la que bebe precisamente la maquinaria cerámica
A juicio del presidente del centro, Paolo Lamberti, "permanecer muy por encima de los 2.000 millones de euros por tercer año consecutivo es un motivo de satisfacción". Así, aunque celebra que el sector italiano haya conseguido surfear la crisis energética y de materias primas, también admite que las "señales" para 2024 "no parecen ser las mejores entre los tipos de interés, el conflicto en Ucrania y las grandes inversiones realizadas en los últimos años por nuestros clientes en todo el mundo que han saturado algunos mercados".
En ese sentido, las previsiones del centro estiman para el próximo año que la producción cerámica a nivel mundial caiga un 5,6% y en general se mantenga "modesta" hasta 2027, con un crecimiento medio anual del 0,6%. En consecuencia, insiste, "2024 será una verdadera prueba para nuestro sector, sin duda esperamos una reducción de la facturación". "Todo el sector cerámico, superada la emergencia de la subida de los precios de la energía, se enfrenta a una situación complicada, como otras vividas en el pasado. Sin embargo, en comparación con los shocks de la pandemia y la escasez , esta fase parece de naturaleza más cíclica, por lo que esta vez también saldremos de ella", se mostró convencido en ese sentido Lamberti.
Asimismo, insistió en que el verdadero punto de inflexión que se está produciendo en el sector de la tecnología cerámica se caracteriza por una innovación cada vez más marcada. "Una innovación constante que nos distingue de otras tecnologías cerámicas producidas en el resto del mundo y que no sería posible sin esta convergencia de excelencia en unos pocos kilómetros cuadrados", señaló sobre el distrito cerámico tecnológico de Sassuolo.