CASTELLÓ. La crisis de demanda que atraviesa el sector cerámico se confirma mes tras mes con la caída progresiva de las ventas y los pedidos, especialmente en los mercados internacionales. La última muestra viene de la mano de los datos de exportaciones relativas al cierre del año pasado, sobre el que recientemente conocimos que registró los peores datos de producción azulejera desde 2009.
Ahora, las cifras de envíos al extranjero, ofrecidas por el Instituto de Comercio Exterior ICEX España Exportación e Inversiones, dependiente del Ministerio de Economía, confirman las peores previsiones del sector, que experimentó una caída del 20,5% en el valor de las ventas al extranjero. Concretamente, el azulejo español -la mayoría, con origen en la provincia de Castellón-, cerró el pasado año con ventas por valor de 3.560 millones de euros frente a los 4.480 millones del ejercicio anterior, marcado por la subida de precios a raíz de la crisis energética derivado de la guerra de Ucrania.
La pérdida de competitividad, el frenazo de la construcción y el alza de los tipos de interés, entre otros factores a los que alude el sector, se encuentran detrás de la crisis de demanda a la que tienen que hacer frente las azulejeras españolas, y que no sólo se refleja en la caída reseñable de la facturación en el extranjero, sino también en el volumen de material azulejero vendido.
En cifras absolutas, la cerámica española vendió cerca de 6 millones de toneladas a lo largo de 2023, lo cual supone casi un 27,5% menos que el año anterior. Entonces, en plena crisis por el alza del gas, el sector exportó más de 8,2 millones de toneladas de azulejo. La patronal azulejera Ascer preveía un cierre del año con caídas de entre el 17% y el 21% en el volumen de exportaciones en metros cuadrados, si bien el Icex guarda los registros en peso y no en volumen.
Se trata de datos provisionales ofrecidos por el departamento gubernamental que previsiblemente este martes matizará la patronal cerámica Ascer para corregir algunas desviaciones en los registros. Con todo, lo cierto es que las tendencias han ido variando a lo largo del año, siendo hasta verano las caídas mucho más acusadas, con caídas de hasta el 41% en julio ,un 39% en junio o un 26% en mayo. La segunda mitad del año la variación interanual se ha 'relajado', en parte porque, en el mismo período del año anterior, ya se empezaban a experimentar las primeras caídas reseñables.
De los principales mercados, el que más han visto caer la demanda de azulejo español ha sido el de Francia, que de hecho pasa de ser el primer cliente en 2022 al segundo puesto en el ranking. La caída de demanda fue del 25,7% en el país galo, donde el azulejo español vendió 455 millones de euros, solo por detrás de Estados Unidos, donde una menor caída (-11,6%) le sitúa como primer cliente, con 456 millones de euros. El tercero, Reino Unido, también ha vivido una caída acusada de los pedidos del 18% hasta los 219 millones de euros.
Otros países europeos como Alemania o Bélgica también han experimentado un hundimiento reseñable del 17,8% y el 40,2% respectivamente, hasta los 140 millones y los 80 millones. Fuera del viejo continente destacan las caídas de Israel (-39,3% hasta los 118 millones) y Arabia Saudita (-38,7% hasta los 87 millones de euros). Solo 'resistieron' los mercados italiano y portugués, con caídas sensibles del 5,1% y el 3,7%, según los datos del Icex.
