Los Premios Cerámica de Ascer de arquitectura e interiorismo 'viajan' a Barcelona y Badajoz
Los Premios Cerámica de Ascer de arquitectura e interiorismo 'viajan' a Barcelona y Badajoz
El arquitecto holandés ha presidido el jurado de los XVIII Premios Cerámica de Arquitectura, Interiorismo y Proyectos Fin de Carrera, creados por la patronal Ascer y que se entregarán el próximo 4 de febrero en Cevisama.
CASTELLÓ. El arquitecto holandés Jacob van Rijs (Ámsterdam 1965) ha presidido este año el jurado de los XVIII Premios Cerámica de Arquitectura, Interiorismo y Proyectos Fin de Carrera (PFC), que se reunió los pasados días 19 y 20 de noviembre en Castelló. Organizados y promovidos por la patronal cerámica Ascer, los galardones quieren destacar aquellos proyectos de arquitectura e interiorismo que hagan un mejor uso de los pavimentos y revestimientos cerámicos fabricados en España. El acto de entrega de premios será el 4 de febrero de 2020 en el marco de la feria Cevisama.
Cofundador en 1993 de la oficina MVRDV con sede en Rotterdam (Países Bajos), el alcance del trabajo de Van Rijs su trabajo es global, proporciona soluciones a problemas arquitectónicos y urbanos contemporáneos en todo el mundo. Con un método de diseño altamente colaborativo y basado en la investigación, su estudio propone proyectos abiertos y ejemplares “que permiten que las ciudades y paisajes se desarrollen hacia un futuro mejor”. Van Rijs es profesor invitado de la Universidad Técnica de Berlín y tiene una amplia experiencia en otras universidades. En la laureada nómina de trabajos de MVRDV figuran, entre otros proyectos célebres, el Pabellón de los Países Bajos para la Exposición Universal de 2000 en Hannover, Market Hall, una combinación de vivienda y tienda en Rotterdam o Pushed Slab, un edificio de oficinas sostenible en París, sin olvidar rascacielos de uso mixto en Nueva York y Shenzhen, ni viviendas sociales en Madrid (Mirador y Celosía). El estudio también trabaja en planes urbanísticos a gran escala en Burdeos y Caen (Francia), así como un plan director para una eco-ciudad en Logroño (España) y un plan director de investigación para el futuro crecimiento de París.
-Esta no es su primera vez en Castelló, porque ya ha participado en el jurado de los Premios de Ascer con anterioridad.
Cierto, he estado antes en el jurado de estos mismos premios, y antes de la crisis vine también pero por un proyecto concreto, porque antes de la crisis trabajamos en las oficinas de la azulejera Apavisa. Eso fue antes, ya digo, de los serios problemas económicos que vinieron después a nivel mundial.
-En su web, cuentan que su estudio ha experimentado con fachadas cerámicas en Tokio y Pekín. ¿Fueron sus primeras experiencias con materiales del sector?
[Duda un momento antes de responder] Bien, diría que fue en Tokio, sí. Pero antes ya estuve trabajando con una empresa cerámica holandesa, en el marco de otros proyectos, y recuerdo que uno de ellos era de viviendas, aunque en aquel caso la aplicación de azulejo no fue en la fachada.
-En términos generales, ¿por qué y con qué propósitos recomendaría la cerámica en proyectos de arquitectura?
Básicamente, la ventaja de la cerámica es que permite darle una nueva perspectiva al proyecto, personalizar su aplicación de acuerdo con el diseño que tienes en mente. Es un material idóneo para la arquitectura porque resulta flexible, adaptativa, y ofrece posibilidades muy interesantes, por ejemplo para crear fachadas únicas. La cerámica puede darte mucho juego, por eso me gusta.
¿Y en los espacios públicos? ¿Cómo puede influir y acompañar la cerámica en el diseño urbano?
Es un producto que ofrece fiabilidad y permanencia: es bastante duradero y te ayuda a crear una determinada atmósfera en el espacio público. Puedes marcar la diferencia con solo utilizar unos materiales ligeramente mejores, que ayudan a generar un ambiente especial en espacios concretos de la ciudad.
"El sector español ha hecho los deberes, está preparado para responder, y en torno a la cerámica hay todo un mundo por descubrir"
-Usted ha trabajado en Francia, Japón, Corea, Hong Kong, Estados Unidos, Reino Unido, Noruega, Dinamarca, Portugal y España. De acuerdo con su bagaje, ¿es muy diferente la relación con la cerámica, en función de la cultura de cada país?
-Es interesante. Para empezar, cada país tiene su propio sistema productivo y se nota cuando tiene fabricación cerámica. Y luego, por supuesto, hay diferencias en la forma en que se utilizan los productos en cada caso. Por ejemplo, obviamente en Japón lo determinante son los terremotos: debes tenerlos en cuenta, de forma que cada baldosa debe ir fijada independientemente, para permitir su movimiento, para que se adapte al movimiento del edificio durante el terremoto. Ese es un ejemplo de un uso muy específico. Y otro ejemplo: en Dinamarca, por ejemplo, nosotros utilizamos cerámica española en un proyecto y claro, allí el clima varía mucho, ahora está sobre cero y en muy poco tiempo pasa a bajo cero, cambia constantemente; eso preocupaba a nuestros clientes daneses, por si se caían las baldosas. Así que allí nos vimos obligados a hacer pruebas adicionales para convencerlos de que funcionarían sin problema.
-Es decir, que pese a que cada vez el producto se conoce más en el mundo, a veces cuesta defender su uso en algunos lugares, ¿no?
Bueno, nosotros somos holandeses, y en Dinamarca la utilizamos nosotros; ellos no lo habrían hecho porque no se sentían seguros con ella. Pero propusimos usarla y lo que pasó es que nos dieron el visto bueno con la condición de que había que hacer pruebas extra. Luego, algunas de esas pruebas iniciales no fueron bien y tocó repetirlas… no fue sencillo, a veces cuesta un poco. Lo cierto es que cuando luego comprueban que funciona bien, y que el material es fiable y duradero, todos están felices con él. Pero a veces requiere un esfuerzo adicional, eso es verdad.
-Hace años que la industria cerámica española trabaja en el acercamiento a los arquitectos, porque ustedes son prescriptores. ¿Da fruto ese trabajo? Sinceramente, no sé hasta qué punto. Pero es cosa mía, no vuestra [ríe]. En todo caso, creo que en torno a la cerámica hay todo un mundo por descubrir. No es adecuada para absolutamente todos los proyectos, pero lo cierto es que el sector español ha hecho los deberes, está preparado para responder. La cerámica es estable y duradera, se mantiene bien todo el tiempo y con ella puedes crear expresiones únicas, así que es bastante interesante.
"En el espacio público, el material cerámico ofrece fiabilidad y permanencia: es bastante duradero y te ayuda a crear una determinada atmósfera"
-Y en su país, Holanda, ¿cómo se recibe el producto?
Bueno, en Holanda desde hace siglos la cerámica está presente en todos los espacios, es un material bastante común. Pero hay países emergentes con su propia producción, que están haciendo su propio esfuerzo. Para mí, lo mejor es la popularización de la cerámica en general en el mundo, independientemente de si es italiana, española, holandesa...
-Como presidente del jurado de los premios de Ascer, ¿hasta qué punto es difícil la tarea de este jurado?
Siempre que vengo pienso que no conoceré la mayor parte de los proyectos, pero vengo abierto a dejarme sorprendido. Siempre hay cosas muy buenas, y a veces encontramos un uso excepcional de los productos. Se pueden hacer muchas cosas sorprendentes, con invenciones o aplicaciones nuevas en cerámica. Esa es la principal razón por la que estoy aquí, porque ver qué están haciendo otros resulta muy inspirador para mí.
-¿Qué le ha llamado la atención en torno al uso de la cerámica, en los últimos tiempos?
Aunque no era de cerámica, últimamente me sorprendió lo que presentó Elon Musk, el Solarglass Roof de Tesla (tejado solar hecho tejas de vidrio). Es interesante porque mueve a la reflexión: puedes hacer un techo precioso de cerámica como panel solar. Así que la industria cerámica, como dominadora de este terreno, puede pensar ‘nosotros deberíamos haber inventado esto’. Ahí veo una solución a desarrollar: es interesante integrar este tipo de elementos en el techo o en la fachada. Es un desarrollo en el que se puede profundizar, veremos qué pasa en el futuro.
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