VALÈNCIA. La imagen de la mañana de este martes en la ciudad deportiva de Paterna es la de Javi Guerra entrenándose en solitario al margen de sus compañeros. Mientras la plantilla prepara la edición de este verano del Trofeo Naranja, que se disputará el próximo sábado, el centrocampista de Gilet ha seguido un plan de entrenamiento diferente.
El club le ha comunicado a Javi Guerra que mientras no se resuelva su traspaso al Atlético de Madrid deberá ejercitarse en esas condiciones.
Desde el domingo a mediodía, cuando cogió vuelo la noticia del acuerdo con el Atleti para la venta del jugador, los ejecutivos de Meriton en València defienden que el acuerdo va a cerrarse y que Guerra jugará a las órdenes de Simeone la próxima temporada. El lunes, cuando el Atleti recibió el OK de Conor Gallagher de madrugada, en el club de Mestalla insistían en que Guerra, independientemente de los que sucediera con el jugador del Chelsea, se marcharía al Metropolitano. La misma versión mantienen este martes, reforzada con la imagen del futbolista valenciano entrenándose lejos del grupo.
El Atleti va a acometer una serie de operaciones de entradas y salidas en las próximas jornadas y en ese contexto va a encajar la de Guerra. La venta de Samu Omorodion al Chelsea va a financiar el fichaje de Julián Álvarez, que se anunciará pronto en Madrid tras las llegadas de Sorloth y Le Normand. Luego será Connor Gallagher al que se espera hoy en la capital y después se decidirá si llega Guerra. En el entorno del Atleti hay cierta confusión entre las llegadas de Gallagher y Guerra. Hay medios que hablan de que la prioridad es el inglés y que su fichaje excluye al valenciano, mientras que otros hablan de que ambos son compatibles.
En Mestalla están convencidos de que este movimiento de mercado se va a hacer después de lo acordado entre el consejero delegado del Atlético de Madrid y el máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim que, además tiene una buena amistad. El acuerdo entre ambos dirigentes es: Guerra a cambio de 25 millones más un porcentaje de una futura venta del jugador. Ese porcentaje no alcanzaría, eso sí, el 30% que pretendía Lim para compensar ese mismo tanto por ciento, que por la venta de Guerra el Valencia, está obligado por contrato a pagarle al Villarreal. En Mestalla insistían ayer: esa venta no peligra.
Si el Atleti firma a los dos se vería obligado a soltar a algún centrocampista de su actual plantilla. El que está en una posición más débil es Arthur Vermeeren, fichaje a futuro que realizó el Atleti en enero de este año hasta 2030, a cambio de 18 millones de euros y que apenas jugó 160 minutos el curso pasado. Los colchoneros le buscan una salida y podría jugar cedido el próximo curso en Mestalla.
Rubén Baraja había pedido un centrocampista tanto si salía Guerra como si no lo hacía y Vermeeren podría ser una solución. La cesión sería como la de Samu Lino en la campaña 2022-23. No hay nada negociado al respecto. Es una hipótesis que se valora en Madrid. Vermeeren es una opción que podría incluir el Atlético durante las conversaciones por Guerra de estos días.
