La delegación de gimnasia rítmica aterriza en la Villa Olímpica para iniciar su aventura en París 2024. “Ya tenemos ganas de saltar al tapiz y competir”, reconocía Polina Berezina
VALÈNCIA. Ha llegado la hora de la gimnasia rítmica. El equipo nacional de gimnasia rítmica, entre cuyo staff de preparadores está la castellonense Marta Linares, ya está en París. Tras culminar las competiciones de gimnasia artística y de gimnasia de trampolín, las dos gimnastas individuales y el conjunto nacional aterrizaron este lunes en la capital francesa. Polina Berezina, Alba Bautista, Patricia Pérez y Mireia Martínez se preparan para su debut olímpico con la mayor ilusión tras un exitoso ciclo.
La seleccionadora nacional, Alejandra Quereda, subcampeona en Río 2016, confesaba sus sensaciones como entrenadora. “Como seleccionadora se vive con mucha emoción, con ganas de disfrutar de la experiencia. Son mis primeros Juegos Olímpicos desde esta perspectiva. Ahora se sufre más. Queremos que ellas vivan esa experiencia también”, confiesa.
Su experiencia, reconoce, puede servir como ejemplo para el equipo: “Creo que le hemos aportado nuestra experiencia y consejos a cada una de ellas. Ahora tenemos que avanzar a nivel personal. Estoy orgullosa del trabajo hecho. Tenemos que sacar nuestra mejor versión. A nivel individual y el conjunto llegan en su mejor momento de forma”, indica.
La gimnasta individual, Polina Berezina, asimila su llegada a París, pero con la tranquilidad de afrontar la competición como una más: “Queremos tomar la competición como una más. Que no tengamos esa presión. Debemos estar tranquilas y disfrutar de cada momento”.
Sobre cómo han vivido los Juegos Olímpicos antes de llegar a París, señala: “Hemos seguido bastante todas las competiciones y todos los deportes. Pensaba que ya había visto la película antes de ir al cine, pero no. Esto es diferente. Espero vivir una de las mayores experiencias de mi vida”.
“Estoy súper ilusionada. Son muchos años de esfuerzo y de trabajo para llegar a estos Juegos Olímpicos. No se nos quita la sonrisa desde que nos levantamos. Tenemos ganas de saltar al tapiz y disfrutar con la gente que nos apoya”, puntualiza.
Su compañera, Alba Bautista, confirma que “la instalación no la he visto, no sé cómo es. Cada competición es un mundo y es diferente”, reconoce sobre La Chapelle Arena.
“Después del campeonato del mundo de València tenemos esa experiencia que nos ha servido mucho. No nos va a afectar tanto el contexto que supone unos Juegos Olímpicos. Cada una tiene su forma para tranquilizarse”, indica.
“Que mencionen tu nombre en el pabellón antes de salir al tapiz es algo increíble. Tenemos ganas de competir y de vivir la experiencia. Aquí hay gente muy top. Estoy súper feliz”, se sincera Bautista.