CASTELLÓ. El centrocampista Jesús Carrillo se ha convertido este martes en la tercera salida del Castellón en el mercado de invierno. El jugador de Alcantarilla se marcha cedido al Real Murcia en busca de minutos en la categoría de bronce del fútbol español, después de haber dispuesto de solo ocho en las 22 jornadas de Liga disputadas con los albinegros.
De esta forma, Carrillo regresa al club donde militó en edad de formación, pero ahora con el reto de devolver a su primer equipo al fútbol profesional.
El mediocampista fichó por el Castellón el pasado verano procedente del Melilla, donde estuvo media temporada. Antes había pertenecido un año y medio al Cartagena. En esos dos equipos acumuló todo su bagaje en Segunda División B (23 partidos) antes de fichar por el Castellón.
El salto de categoría posiblemente le llegara demasiado pronto y sin un recorrido previo significativo, ya que el extremo de 21 años no fue un asiduo a las titularidades en dos años en categoría de bronce. Solo en sus dos meses de pertenencia al Melilla empezó a encadenar presencias en el once, pero el coronavirus frenó la tendencia con la cancelación de la competición.
El Castellón, sabedor de que su situación de suplencia en el conjunto albinegro no iba a cambiar en esta segunda vuelta, le planteó una salida en este mercado de invierno para ganar experiencia en un club de categoría inferior.
Carrillo llevaba varias semanas estudiando ofertas y se había hecho a la idea de aceptar una cesión, pero el cambio de entrenador en el equipo de la Plana retrasó su decisión. Finalmente, el centrocampista ha esperado hasta la última semana de mercado para elegir entre todas las propuestas que ha recibido de la división de bronce y se ha decantado por la opción pimentonera.
Su baja aligera el número de efectivos en la plantilla del Castellón, pero no altera el tope de 25 fichas profesionales que contabiliza desde que llegó Javi Moyano. Para poder incorporar jugadores de ese rango antes del cierre del mercado, tendrá que dar salidas previamente.