entrevista al ceo de 'eventscase', la tecnológica londinense que se ha establecido en castelló

José Bort: “Fuera, el español es valorado por su buena formación y por ser muy trabajador y leal”

19/06/2019 - 

CASTELLÓ. José Bort (Castelló, 1980) abandonó en 2002 las aulas de la Universitat Jaume I con su título de licenciado en Administración y Dirección de Empresas. Siete años más tarde, con un MBA y una amplia formación complementaria, se trasladó a trabajar a Londres. En 2012, en la propia capital británica y junto a otro español -Iván García- constató que la megápolis inglesa acogía más de 30.000 eventos corporativos cada año, que atraían a más de 100 millones de profesionales. Así, surgió la idea de una comunidad profesional en torno a los eventos, una plataforma online que reuniera a asistentes, organizadores, ponentes y patrocinadores. La comunidad fue todo un éxito, y de él surgió EventsCase, una solución de software todo en uno para todo tipo de eventos, que facilita el trabajo de las personas que organizan eventos de cualquier dimensión, desde una reunión de trabajo a una fiesta con cientos de participantes. Solo en España, en 2018 se celebraron unos 1.000 eventos a través de su plataforma, y por encima de los 5.000 en el conjunto del mundo.

EventsCase cuenta hoy con de 55 empleados y desde el 1 de abril, la sede de la empresa ha volado de Londres a Castelló, a consecuencia de la incertidumbre e inseguridad jurídica generadas por el Brexit. Con clientes por todo el mundo, como Telefónica, BBVA, SAP, Santander UK, Samsung, CaixaBank, Danone, Nacionales Unidas, Ducati, Audi o Cartier, la empresa dispone de oficinas en Barcelona, Austin (Texas, EEUU) y próximamente en Dubai y Madrid. Solo entre los 40 trabajadores de la sede de Castelló, su nómina acoge a profesionales de Filipinas, Colombia, Rumanía, México, Argelia, EEUU y Reino Unido, además de españoles. En pleno crecimiento exponencial, su facturación fue de 450.000 euros en 2018, y prevé alcanzar los 1,5 millones este año para volver a triplicarla (4,5 millones) en 2020.

"Londres es muy caro, hay que pagar mucho dinero en sueldos y sobre todo, cuesta encontrar gente buena: muchas veces aquí nos menospreciamos"

-¿Cómo empezó todo?
-Bueno, yo había trabajado aquí en la empresa familiar. En 2009 me mudo a Londres con la idea de buscar experiencia internacional y mejorar el inglés, pero sobre todo, con la idea de trabajar en multinacionales y para ganar experiencia vital y profesional. En el 2012 conozco a mi socio y en los primeros años hacemos bootstraping (iniciar un negocio con muy escasos recursos). ¿Cómo empezamos? Pues resulta que mi mujer se queda embarazada y mi socio y un programador se vienen a mi casa: ellos dos viven en el comedor. Primero en una cama hinchable durante tres meses, luego compramos un sofá-cama y finalmente, cuando mi mujer estaba de casi 9 meses, pensamos que había que buscar una oficina. Como lo del arquetipo del garaje americano, pues la versión española en Londres [risas].

-Pero al principio, lo que tenéis es una comunidad en torno a los eventos.
-Sí, la primera idea era encontrar los eventos más relevantes para cada persona y de ahí ya pasamos, en función de qué personas realmente te interesa conocer, a qué eventos tienes que ir. Tienes organizadores y asistentes pero luego están los conferenciantes, los sponsors, los proveedores también de todo tipo de servicios para la comunidad… queríamos que todo el mundo se pudiera encontrar. La comunidad crecía muy rápido, a más de un 10% mensual, y llegamos a tener más de 3.000 socios. Era todo a través de la plataforma y, una vez al mes, hacíamos un evento en el campus en Londres, a base de pizza y cerveza. Pasamos de la lista a la comunidad… pero como comunidad era muy difícil monetizar la plataforma tecnológica.

"En el Reino Unido, la retención del talento es un problema: es difícil mantener a un programador más de 9 meses; aquí es todo lo contrario"

-Ahí surge la idea de EventsCase.
-Bueno, la idea inicial fue pivotando, porque vimos que la plataforma era muy potente. EventsCase se crea en 2012, y claro, ese es uno de los momentos de cambio. Y en 2015 la pasamos de una comunidad a un software, para que organizadores de eventos grandes pudieran utilizarlo para ellos mismos. En 2016 empezamos a crecer y a expandirnos por el mundo.

-Y el aterrizaje en Castellón, ¿se debe únicamente al Brexit?
-El Brexit ha sido decisivo. Ha hecho que mucha gente se quiera ir. Por un lado, porque no te sientes querido, y a mí por ejemplo me han chillado aparcando el coche en la calle. Son cosas que te hacen sentir extranjero por primera vez en Londres, una ciudad muy cosmopolita. Y esa sensación no gusta. Londres es una ciudad muy dura, y ahora encima de repente tienes la sensación de que no te quieren. Y coincide con que España empieza a estar mejor, y mucha gente se dice: “yo para qué tengo que estar aquí sufriendo...”. Mi mujer es enfermera y nada más salir el Brexit empezó a decir: “nos tenemos que volver”.

-¿Qué otros factores han pesado en la decisión?
-Aparte de esto, Londres es muy caro, hay que pagar mucho dinero en sueldos y sobre todo, cuesta encontrar gente buena, que luego tampoco no son tan buenos como parece: muchas veces aquí nos menospreciamos. Y luego está el tema de la retención del talento, porque es difícil mantener a un programador más de 9 meses, mientras que aquí es todo lo contrario. Aquí hay gente muy buena, más otros que se han ido y los que ahora estamos atrayendo para que vuelvan -algunos ya lo han hecho-. Aquí tenemos un 100% de retención. Y es importante este tema, porque si el hardware te cuesta una barbaridad de dinero, y luego el software… Mira, un software medio tiene 150.000 líneas de código, mientras el nuestro tiene 600.000. Así que a alguien que lo formas, empieza y tal... ya no es que importe que te cueste el doble, porque si a los 9 meses se te va… es que es un tema estratégico. Ahí el Brexit ha jugado un papel importante. Antes de este proceso, podían pesar los otros motivos, los costes… pero esto ha sido la puntilla. Que es lo mismo que ha pasado en Cataluña, que mucha gente cambiaba la sede social de sus empresas. La inestabilidad tiene consecuencias.

"Mi socio y un programador empezaron a trabajar en mi casa: primero estuvieron en una cama hinchable durante tres meses… fue como la versión española del garaje americano"

Y luego es que nosotros vendemos en todo el mundo. Necesitamos tener una empresa fuera del Reino Unido con la que podamos facturar, porque ha habido mucho riesgo de un hard Brexit, y aún lo hay.

-¿A Castelló se han desplazado muchos trabajadores de Londres? 
-Ha venido gente de Londres, pero sobre todo se ha contratado gente, porque esto nos ha coincidido con una fase de crecimiento exponencial. Veníamos de duplicar cifras y este año vamos a triplicar, o quizá cuadruplicar. Eso es lo que tiene trabajar con inversores, que nos hace trabajar con la estructura que vamos a necesitar dentro de seis meses, porque si no luego no llegamos.

-Este crecimiento de la empresa ¿se debe al crecimiento del sector de la gestión de eventos? En un mundo con cada vez más encuentros virtuales, ¿necesitamos cada vez más encontrarnos, reunirnos?
-Bien, veamos varios aspectos. Por un lado, el sector de los eventos es enorme, más grande que el automóvil, y mucha gente no lo sabe. Solo en EEUU son más de 365 billones de dólares, y a nivel mundial 600 billones. Pero es una industria también muy desconocida, porque no tiene las primeras marcas que pueden tener otras industrias... aunque crece a un 7% anual, que es mucho. Pero sobre todo lo que vivimos hoy es el cambio tecnológico: hasta ahora las empresas tenían un WordPress; para el registro utilizaban un GoogleForm o Excel, o incluso el correo electrónico. Luego, imprimían las acreditaciones de cualquier manera… entonces lo que hay es una revolución tecnológica: al final es lo que hace que les ahorramos muchísimo tiempo y muchísimo dinero. Entonces, más que el crecimiento del mercado es la transformación digital, la explicación. Y en España no había nadie: había una empresa en Madrid que hacía una cosa y ya está y luego había otra empresa que hacía apps. Entonces, realmente hemos sido los primeros: tenemos dos competidores en EEUU, y en Europa nos encontramos no sin competencia -porque ellos también vienen aquí a vender- pero por ejemplo, los ingleses por primera vez sienten que hay una empresa británica, aunque sea creada por españoles. Entonces, claro, nada más llegar a España ya trabajamos con BBVA, La Caixa, Ducati, Audi…

-¿Y cómo es vuestra solución?
[En este punto, tercia Mentxu Sendino, CMO de la empresa: La idea es que sea self-service. Que el cliente pueda autogestionar su proyecto de evento, una herramienta para que ellos puedan gestionarla. El primer proyecto sí lo hacemos de la mano, y supervisamos, tutorizamos todo el proceso, pero luego, cuando ya el cliente sabe utilizar cada herramienta… al final tenemos eventos vivos de los que ni nos enteramos, porque se los autogestionan].

Fotos: ANTONIO PRADAS

Hacemos eventos con familias reales, por ejemplo. Y claro, la primera vez que utilizan el software tiene que salir bien, no hay opción de que salga mal. Por eso hacemos esa tutorización para que aprendan a utilizar bien la plataforma, y les sirve como formación. Entonces, nuestros grandes costes son por un lado el desarrollo de producto, y en cuanto al cliente, ese primer evento en el que los acompañamos, porque luego es muy fácil. La idea de toda la plataforma es que incluso en eventos extremadamente complejos, te puedas desarrollar una app nativa para gestionar el evento sin ningún conocimiento. La idea es que te cueste menos tiempo con nuestra ayuda.

-Y las necesidades deben ir evolucionando, ¿no?
-Pues sí, cambian. Ahora estamos en realidad aumentada, reconocimiento facial: por ejemplo, ahora cuando la gente llega al evento, ponemos tablets y la gente se busca, ¿no? Pues lo que viene ahora es que directamente la cámara le identifique e imprima la acreditación, sin tener que escribir nada. Nosotros abogamos por tecnologías que sean útiles, no simplemente cool. Lo del reconocimiento facial interesa porque ganas tiempo y evitas colas, y encima tienes que hacer menos inversión de hardware porque necesitas menos máquinas, con lo cual más ecológico, más económico y para el asistente mucho mejor.

-Comentabas que empezasteis sin recursos. ¿Cómo se busca la financiación para un proyecto así?
-Pues con el tema de startups, siempre se habla de inversores, inversores, inversores… y mira, alguien me dijo y con mucha razón que cuando necesitas el dinero nadie te lo da y cuando no lo necesitas, es cuando todos te lo dan. Y te das cuenta de que lo que hay que hacer es dar valor a los clientes, facturar y con lo que los clientes están dispuestos a pagar puedes invertir, contratar a más gente y crecer. Y siendo rentables es cuando viene la inversión, no al revés, como pasa en muchas startups que desaparecen rápidamente. Nosotros hemos hecho la parte dura, empezar sin nada, poco a poco, con mucho sufrimiento… por eso son siete años. Pero claro, ahora ya los inversores nos dicen “esto es un negocio, no es una startup, no es ya un proyecto”. Es un negocio que crece y que genera valor.

"Siendo rentable la empresa es cuando viene la inversión, no al revés, como pasa en muchas startups que desaparecen rápidamente”

-Antes hablabas de la diferencia de cómo se percibe el talento español aquí y fuera. ¿Seguimos teniendo un complejo de inferioridad que se nos quita cuando salimos de aquí? ¿Qué se espera de un profesional español en el exterior?
-Técnicamente estamos muy bien formados, desde las universidades y los FP la gente sale mucho mejor formada de lo que solemos pensar, y luego somos muy trabajadores y muy leales. Quizá por lo que ha pasado con nuestros padres, que ha sido normal que pasaran 40 años en la misma empresa, pues claro, en Londres llama mucho la atención. Allí es extraño el caso de la persona que lleva 2 o 3 años en la misma empresa, y sobre el que lleva más de 10 años, tiendes a pensar que algo va mal... pero eso no quiere decir que el empresario esté buscando eso. Tú buscas gente buena, que rinda y estable, porque si no, hay una pérdida de conocimiento importante. La gente aquí es muy trabajadora, buena y leal. Y aquí en Castellón, cuando ves en nuestro caso, que es un proyecto muy bonito y diferente a lo que hay, pues genera mucha ilusión, tienes también ese componente. 

-¿Cómo ves el ecosistema tecnológico de Castellón en la actualidad?
-Sobre todo lo que me interesa mucho es la colaboración, que no existe aquí en otros sectores, eso me ha gustado mucho… Precisamente por eso ahora nos estamos uniendo varias empresas para crear la Asociación de Empresas Tecnológicas de Castellón, junto con CEEI Castellón, Cuatroochenta, Nayar Systems e IoTsens, y nos gustaría unir a más empresas. Sin duda, el gran objetivo es generar talento tecnológico, porque por un lado no hay gente suficiente que podamos contratar, en Castellón, y luego que el tema de programación requiere tiempo, y la gente que sale de la Universidad y de las FP sale bien pero para un nivel junior. Para sénior, que es lo que necesitamos, no. Y por eso, estamos hablando con los institutos de FP sobre los FP duales. Hemos empezado a trabajar ya antes de que la asociación esté constituida.

-Hay problemas para contratar buenos profesionales, entonces.
-Pues sí, y lo primero que estamos haciendo es buscar gente de Castellón que está en el extranjero, o fuera de aquí en otras ciudades españolas, y en la oficina ya tenemos alguno que se ha venido de Inglaterra.

-¿En la plataforma se pueden organizar eventos en cualquier lengua?
-En la parte de gestión de la plataforma se trabaja solo en inglés y español, pero de cara al usuario, se utilizan todos. Hemos hecho eventos en países árabes, Arabia Saudí… en árabe, en chino, en ruso, hebreo, y por supuesto, en catalán, como ya ha hecho La Caixa, por ejemplo.

-Para terminar, ¿tenéis previsto algún evento propio de EventsCase en Castelló, para presentaros en sociedad?
-Será en septiembre: celebraremos el aniversario y de paso, la puesta de largo de la empresa aquí. Os iremos informando (risas).

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