VILA-REAL. Las obras de ampliación de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de la Plana se prolongarán más de lo esperado. Los trabajos, que permitirán a este centro sanitario doblar su capacidad de camas para pacientes críticos, pasando de las 9 camas o boxes actuales a 19 camas, no estarán finalizados hasta junio. Y eso solo en lo que se refiere a una primera fase, a la que deberá seguir una segunda.
Así lo ha señalado la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, en su visita al centro sanitario vila-realense en la mañana de este martes. La consellera ha visitado las obras de ampliación de la UCI, cuya primera fase está previsto que finalicen en junio (actualmente está finalizada la estructura y falta acometer las instalaciones interiores) y en las que se invertirán alrededor de 2 millones de euros. En un principio, las obras de estructura, que comenzaron a finales de octubre, estaba previsto que durasen tres meses.
Mientras se están llevando a cabo las obras, el centro sanitario utilizará la nueva Sala Polifuncional también como UCI provisional. Esta sala, situada en la primera planta, dispone de 12 camas y en su puesta en marcha se han invertido más de 200.000 euros. Con ello al menos Sanidad habilita un espacio para atender a los pacientes UCI que lo necesiten ante una hipotética cuarta ola. Hasta ahora, el centro sanitario debía ir habilitando espacios en la medida de lo posible en las zonas disponibles del hospital.
Esta nueva Sala Polifuncional ocupa un total de 213 metros cuadrados de superficie construida y supone la ampliación de la zona de observación de Urgencias o zona de pre-ingreso y al mismo tiempo, en caso necesario, disponer de un espacio adicional para la atención a pacientes críticos, además de la actual Unidad de Cuidados Intensivos.
En concreto, en esta primera fase se pondrán en funcionamiento 6 de los 10 nuevos boxes o puestos, y los otros cuatro se pondrán en marcha al finalizar una segunda fase de las obras de ampliación.
La ampliación, como ha destacado Ana Barceló, permitirá doblar la capacidad de camas de críticos del centro y "es un salto cualitativo que permitiría tener, si fuera necesario y dada la separación física que existe entre los espacios, una UCI dedicada a pacientes covid y otra no-covid para patologías que son igualmente importantes y no demorables".