La cerámica castellonense inunda Bolonia de innovación y diseño en busca de la recuperación

BOLONIA / ENVIADO ESPECIAL. La cerámica castellonense vuelve a dar un golpe sobre la mesa en Cersaie, así como en las ferias paralelas. Hasta Bolonia se han desplazado un buen puñado de enseñas: 76 agrupadas en Ascer, a las que hay que sumar unas cuantas azulejeras y comercializadoras que no están asociadas a la patronal. Además, once compañías fabricantes de fritas y esmaltes están en Bologna Fiere y también un par de maquinaria. Este sector desembarca asimismo de forma masiva Rímini, que dos años después vuelve a su cita con Tecna, donde participan 15 enseñas de Castellón.

Con este desembarco, la principal industria provincial vuelve a exhibir todo el trabajo y tesón que pone en su día a día para incidir en la innovación y el diseño, características que la han convertido en referente mundial. No en vano, estos valores son los que le ayudarán a salir de la crisis de demanda que le atenaza, tal y como coinciden todos los expertos.

En busca de la reactivación... de nuevo

Esta es una situación claramente palpable y con la que ya llegó el azulejo a la anterior edición de Cersaie, la cuadragésima. Un año después, la compraventa de producto acabado no se ha reactivado como era de esperar. En la primera mitad del año, las ventas de baldosas y revestimiento español en el extranjero cayeron un 6,4%. Aunque el descenso es mucho menor al del ejercicio anterior (en junio de 2023 era del 20%), tiene el agravante de que se trata de malas cifras respecto de otras ya negativas.

De hecho, el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, ha insistido en sus últimas comparecencias en que los envíos de producto acabado cerrarán el año en tasas negativas y que la recuperación llegará a partir de 2025. En este contexto, las empresas del sector acuden a Bolonia "con la máxima ilusión" y con el objetivo de que los productos exhibidos sean "un reactivo para que las cosas funcionen mejor", señala el dirigente azulejero. "Esta feria está puesta a finales de año pensando en qué se va a comprar para el año 2025", remarca.

La reducción de los tipos de interés y la consiguiente revitalización del sector de la construcción son las dos bazas que deben permitir esta recuperación y en las factorías castellonenses esperan que ambas se materialicen cuanto antes. No en vano, la caída de las ventas ha traído como consecuencia una ralentización de la actividad en las factorías. 

Eso sí, por el momento, y a falta de datos oficiales que corroboren la percepción (desde Ascer insisten en que el Índice de Producción Industrial que elabora el Institut Valencià d'Estadística no refleja la realidad) la vuelta tras el verano deja sensaciones más optimistas, con muchos atomizadores funcionando a buen ritmo. Asimismo, la tasa de exportaciones de julio volvió a registros positivos, algo que este año solo se había dado en abril. 

Reforzar lazos comerciales de una industria puntera

En esta tesitura, Cersaie vuelve a erigirse como un momento clave para intensificar los lazos comerciales que permitan encarar de la mejor manera el momento de la recuperación. En esta ocasión, la cerámica castellonense no tendrá el respaldo del president de la Generalitat, Carlos Mazón, al contrario de lo que sucedió el año pasado. En su lugar acudirá el próximo miércoles la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes. 

Una vez más, Castellón vuelve a ser la segunda presencia en Cersaie, tan solo superada por la industria local, y busca desde este lunes en los pabellones de Bologna Fiere el impulso que permita devolver la actividad a los niveles habituales.