CASTELLÓN. Que la cocina se ha convertido en el epicentro de la vida en el hogar es ya un hecho indiscutible. Los cambios en la sociedad y en los hábitos de las familias y el auge de la gastronomía han provocado que la cocina se conciba hoy en día como mucho más que una mera estancia en la que preparar alimentos. La vida en casa gira en torno a la cocina. Es un espacio polivalente para convivir, compartir y disfrutar. Y, por eso, se merece contar con el mejor equipamiento. En este sentido, la encimera es una pieza fundamental en la que el diseño y la funcionalidad son esenciales. Además de utilizarse como superficie sobre la que cortar alimentos, también se emplea para realizar operaciones habituales en la cocina, como amasar o enharinar, entre otras, y, por supuesto, sirve como soporte para desayunar, comer y cenar. Los criterios relacionados con sostenibilidad y respeto medioambiental se tienen cada vez más en cuenta al elegir los materiales para la cocina, por lo que la tendencia claramente se decanta por los materiales sostenibles y ecológicos.
La encimera es una superficie de trabajo importantísima en la cocina y debe responder a las más altas exigencias tanto en cuanto a funcionalidad, higiene y uso cotidiano, como en lo referente a estética. Por tanto, a la hora de elegir una encimera hay que tener en consideración su capacidad de resistencia, durabilidad, impermeabilidad y el mantenimiento necesario. Todos estos requisitos técnicos son precisamente los que se han tenido en cuenta a la hora de diseñar y crear las encimeras Arklam, fabricadas con un gran formato en masa sinterizada, incorporando un elevado nivel de diseño con el objetivo de ofrecer una amplia selección de acabados y modelos exclusivos que se adaptan perfectamente a las necesidades de los profesionales del interiorismo y la decoración de cocinas. Asimismo, su gran formato (1500×3200) y su espesor (12 mm) permiten reducir las uniones entre piezas y obtener, por tanto, un efecto de continuidad visual muy valorado.
En la fabricación de las encimeras Arklam se utilizan únicamente materiales inorgánicos (no resinas ni aditivos) que, tras un proceso de sinterización, dan como resultado una superficie ultracompacta y ultrarresistente que no se altera ante el calor o el frío extremos ni por la acción de los rayos ultravioletas. También es totalmente resistente frente a los cortes, golpes e impactos. Y, además de no rayarse, es absolutamente impermeable, ya que es un material no poroso, lo que permite máxima higiene y facilita la limpieza. En este sentido, el mantenimiento de la superficie sinterizada es fácil y sencillo.
Finalmente, cabe indicar que la encimera Arklam es un producto respetuoso con el medio ambiente, ya que en su proceso de fabricación, transporte, manipulación y mantenimiento se minimizan el consumo de recursos energéticos y la generación de residuos.