CASTELLÓN. La inquietud por el complejo entramado geopolítico internacional y la aún muy moderada recuperación del mercado nacional -algo que comparten azulejeras y esmalteras- se extiende también en el tercer pilar del clúster castellonense, el que tiene que ver que con los fabricantes de la maquinaria y bienes de equipo para la industria cerámica.
La patronal que agrupa a estas empresas, Asebec, ha celebrado este viernes su asamblea anual en la que, si bien se ha dado cuenta del buen momento que viene atravesando el sector -que no ha parado de crecer en facturación desde 2015 e incluso ha rebasado con creces balances precrisis- las perspectivas a corto plazo hablan de un freno en los encargos, a tenor de los avisos que están dando los fabricantes de baldosas, fritas y esmaltes, en definitiva, sus principales clientes.
La asamblea de Asebec, presidida por Juan Vicente Bono, estuvo marcada por la previsión de una ralentización general y una incertidumbre general motivada por la compleja situación internacional, los conflictos comerciales, los ajustes -e incluso cierres- de mercados tradicionales que, de momento, han afectado más al ánimo de los fabricantes que a sus cuentas de resultados, no en vano en 2017 el sector que agrupa a la maquinaria cerámica en España y que se concentra prácticamente en su totalidad en la provincia de Castellón, cerró el ejercicio con unas ventas por valor de 427 millones de euros, una cifra relevante cuando en 2007, antes del estallido de la crisis, el balance era de 180 millones. Actualmente de las 70 empresas de maquinaria existentes hace una década, hoy este sector lo compone un total de 43, aunque el volumen de facturación se ha visto incrementado de manera notable. como atestiguan los últimos balances.
Con presencia de algo más de la mitad de los fabricantes de maquinaria adscritos a Asebec, la asamblea dio cuenta de los avances logrados en materia de financiación, ayudas, formación, innovación, así como los compromisos adquiridos en el seno de la Mesa de la Cerámica, con un mayor protagonismo del sector en un clúster formado, a su vez, por las azulejeras agrupadas en la patronal Ascer y las esmalteras asociadas a Anffecc.
Pese a los temores para la fabricación de maquinaria, el sector, lejos de caer en ventas, las han incrementado. Y en cuanto a las previsiones, la bajada en el ritmo de crecimiento que espera para 2019 "deberá corregirse con más exportación y diversificación de los productos", según la receta que expone Juan Vicente Bono, quien explica que esta situación afecta a todos los sectores en el ámbito internacional, incluso con paradas de producción en alguno de los grandes grupos extranjeros a lo largo de plazos hasta ahora inéditos.
El ámbito de la maquinaria tampoco es ajeno a los movimientos societarios que se están dando en las empresas de fritas, esmaltes, químicas y fabricantes de baldosas, aunque Bono asegura que este tipo de movimientos -que ya se vienen dando entre compañías italianas de peso- no tienen por qué ser negativos, a tenor de los cambios que se dieron en su día en el sector, lo que ha permitido, con el tiempo, reforzar el peso de esta industria en el propio clúster.
Por otro lado, la patronal de la maquinaria cerámica abre un ejercicio marcado por la negociación del convenio colectivo, cuya vigencia culmina en 2019 y que aún está a la espera de iniciarse los primeros contactos. En este escenario contrastará el buen momento del sector con los augurios marcados por la tendencia a la baja en las previsiones de crecimiento.