CASTELLÓ. La Diputación de Castellón acelera su hoja de ruta para elaborar el presupuesto de 2025. Desde hace semanas, y a instancias de la presidenta, Marta Barrachina, las distintas áreas de gobierno trabajan en sus planes departamentales para realizar un diagnóstico económico y establecer las prioridades con vistas al próxima año. La idea estriba en rematar el proyecto financiero en noviembre para elevarlo a un pleno de diciembre, de manera que pueda entrar en vigor a principios del nuevo ejercicio.
En efecto, se trata de repetir la línea de trabajo de 2023, tanto en lo que se refiere a los plazos como a la estrategia con la oposición. Tanto con el PSPV como con Compromís y Vox se buscarán abrir vías de diálogo al objetivo de incorporar sus sugerencias para que al final la aprobación de las cuentas obtenga el mayor consenso posible. Un objetivo, por otro lado, que hasta ahora se les ha resistido a los ejecutivos de las dos últimas legislaturas.
A pesar de que las prioridades y los ejes del presupuesto de 2025 están definidos, el montante final resulta en estos momentos una incógnita. Más allá del encaje de bolillos que supondrá cuadrar las distintas partidas de ingresos, desembolsos e inversiones, una cuestión que afectará en la cifra definitiva es el techo de gasto fijado por el Gobierno de España. Las limitaciones por esta medida obligarán a constreñir algunos capítulos.
El techo de gasto no es más que una cantidad fijada como tope para el gasto no financiero, es decir, el que se entiende como aquel que recoge todos los desembolsos que están destinados al pago de deudas o créditos. También tendrá una incidencia directa la aportación de otras administraciones, como la Generalitat Valenciana y la Unión Europea a través de fondos como los Next Generation.
En 2023, Marta Barrachina presentó a finales de noviembre en rueda de prensa un presupuesto para 2024 de 193,7 millones de euros. Esa cuantía representó un aumento del 2,9% con respecto a 2023. Las primeras cuentas de la legislatura de la líder del PPCS se sustentaron en cinco grandes ejes.
La entidad supramunicipal destinó 24 millones a la dinamización de la provincia; 13,6 millones, a la atención de las personas; 5,3 millones, a generar oportunidades y 4,1 millones, a las tradiciones. Otras partidas significativas se centraron en el Hospital Provincial (35,3 millones), el Consorcio de Bomberos (13 millones) y el gasto de personal (40,1 millones).
La aprobación definitiva del proyecto económico se produjo en un pleno extraordinario el 12 de diciembre. El PP sacó adelante la votación gracias a su mayoría de diputados. Los partidos de la bancada de la izquierda (PSPV y Compromís) se pronunciaron en contra mientras que el partido de extrema derecha se abstuvo. El presupuesto de activó oficialmente el 2 de enero con la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).