MADRID. Desembarco de pesos pesados en Madrid para alzar la voz por la economía de Castellón. Los principales representantes empresariales y políticos se han dado cita este miércoles en la capital con la esperanza de hacerse oír ante el ostracismo al que, denuncian, se ha sentenciado la provincia pesa a las dificultades que atraviesa su tejido empresarial. Castellón, no hay que olvidarlo, es la provincia con mayor peso industrial de todo el país y donde se enclava la práctica totalidad de la industria cerámica de España, ahora inmersa en una acusada crisis.
En el acto, organizado por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), el presidente de la patronal valenciana en la provincia, Luis Martí hizo un "llamamiento, un grito respetuoso para concienciar a todos de la situación de la provincia", y justificó hacerlo en Madrid porque es donde "reside la soberanía nacional, está el Gobierno de la nación y las Cortes Generales.", y sobre todo porque es donde, dijo sentir "más la lejanía de las instituciones".
Así, Martí lanzó la voz de alarma sobre la crisis del sector cerámico, "el tractor de la provincia". "Nuestro motor económico se gripa", aseguró el presidente de CEV Castellón, par añadir que España lleva "décadas descuidando la industria y pensando que podía ser un país de turismo", algo que es necesario "revertir" en una provincia con más de 3.800 millones de euros de déficit y con el 80% de territorio en situación de despoblación. En 2023, el sector azulejero perdió cerca del 23% de la producción, o lo que es lo mismo, volvió a niveles de hace una década.
"La situación es inédita", ha asegurado Martí en ese sentido, y aunque admitió que es "coyuntural", ha dejado claro que sólo será así si se "aplican medidas urgentes y eficaces", de lo contrario se convertirá en "estructural". "Lo de ahora es insuficiente y nos aleja mucho de nuestros competidores", ha insistido: "No vamos a delegar el futuro, y vamos a exigir la ayuda que necesitamos justamente", sentenció duramente.
El encuentro ha congregado a representantes empresariales de Castellón junto al presidente de la patronal valenciana, Salvador Navarro, y el presidente de la CEV en la provincia, Luis Martí, tales como sus homólogos en la patronal cerámica Ascer, Vicente Nomdedeu, en la patronal de maquinaria cerámica Asebec, José Miquel, y la de fritas y esmaltes Anffecc, Fernando Fabra. También otros dirigentes institucionales como el presidente de PortCastelló, Rubén Ibáñez.
La importancia que el tejido empresarial de la provincia ha querido imprimir en la cita se ha reflejado también en el nutrido apoyo político, con la presencia no sólo de la presidenta de la Diputación, Marta Barrachina, o la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, sino también de la consellera de Industria e Innovación, Nuria Montes, con la que se ha celebrado una reunión conjunta del sector empresarial, el expresident de la Generalitat y senador castellonense Alberto Fabra o la exalcaldesa de Castelló Amparo Marco. También ha acudido la alcaldesa de Onda y senadora por la provincia de Castellón, Carmina Ballester.
El panorama no es nada halagüeño, y así lo han expresado todos los representantes empresariales que han acudido a la cita, donde la CEV ha exigido, por una parte, un cambio en el modelo de financiación autonómica, que es "particularmente lesivo" con la Comunitat Valenciana y lastra las posibilidades de inversión de la administración valenciana, y cuyo cambio ha de partir, ha dicho Martí, de una "negociación leal, multilateral y sin privilegios".
Además, ha puesto sobre la mesa la necesidad de un plan industrial "verdaderamente dotado de presupuesto para solucionar el problema" al que se enfrenta la provincia, 'gripada' por la cerámica. "El clúster azulejero de Castellón es líder en Europa", recordó, para señalar el plan de reindustrialización que está acometiendo Estados Unidos como ejemplo: "EEUU vive un 'boom' fabril propulsado por la administración". El objetivo fundamental ha de ser, ha explicado, evitar la deslocalización industrial, "un riesgo que es más que evidente".
Y por otra parte, incidió en lo imprescindible que es la puesta en marcha de una inyección contundente de ayudas si se quiere evitar que el sector, y por tanto la provincia, entre en ua crisis estructural. "No sentimos el apoyo de la administración que merecemos, los fondos europeos están pasando de largo en Castellón, hay pocos y la mayoría, en manos públicas y con difícil acceso a las empresas", ha insistido el representante empresarial.
Martí ha recordado que en 2023 el azulejo habrá perdido 1.000 millones de facturación y un 23% de su producción. O lo que es lo mismo, se habrá vuelto a la situación de hace una década. Y que el sobrecoste energético por el alza del gas y la electricidad fue de 2.000 millones de euros. "En un año habremos retrocedido diez", ha recalcado Martí, que ha criticado duramente que las ayudas deL Gobierno central apenas hayan llegado al 5% de lo que necesitaba la cerámica castellonense.
Las ayudas puestas en marcha por el Gobierno han sido de 2024, han tardado más de un año en cobrarse, y a la provincia apenas habrán llegado 90 millones, por comparar con los sobrecostes. Preguntado sobre la cuantía que sería necesaria, Martí ha dejado claro que "hay que sacar los recursos de donde sea, no se puede poner una cifra, pero las ayudas deben ser las necesarias".
La cita sirvió para presentar en Madrid el 'Manifiesto por el mantenimiento de la economía de Castellón', la provincia con mayor peso industrial en su economía de toda España y que está en "muy alto" riesgo de desindustrialización "si no intervienen de forma decidida las administraciones públicas", especialmente en el sector de la cerámica, como denuncian en el manifiesto hasta 80 entidades firmantes, que incluyen asociaciones empresariales de diferentes sectores de Castellón y la Comunitat, organizaciones sindicales, medios de comunicación, instituciones y ayuntamientos.
El manifiesto es contundente: la provincia de Castellón "está comprometida": sapenas en nueve meses, el sector cerámico ha destruido 1.000 empleos y más de 10.000 personas han vivido un ERTE "que podría haber sido menos lesivo si el gobierno hubiera autorizado los ERTE RED". Y en ese sentido, el escrito es directo al recordar a los políticos en Madrid que si el clúster azulejero sufre, "lo hace Castellón", donde uno de cada tres empleos depende de la cerámica. "Es hora de manifestarlo de forma alta y clara", subraya, de que "todos los afectados nos unamos con un único objetivo común: salvar Castellón".
En esa línea, el documento deja claro que los "tiempos de bonanza" del clúster azulejero de Castellón "nada tienen que ver con lo experimentado" en los últimos dos año, marcados por el alza desmesurada de los costes energéticos y de materias primas, que "ha tenido un impacto en las cuentas de las empresas". Así, mientras "sus tesorerías se agotaban", su competitividad también "se deterioraba debido al empuje que otros gobiernos han aplicado a sus industrias". Todo ello "ha llevado al azulejo español a verse desplazado" en sus principales mercados.
Así, el documento carga contra la respuesta del Gobierno de España ante la "complicada coyuntura" del sector al haber puesto en marcha una "tímida ayuda" de "sólo" 450 millones de euros para 36 sectores gasintensivos, "muy lejos de los miles de millones que los gobiernos italianos, portugueses o alemanes han desplegado". Asimismo, con un proceso de solicitud "eterno" e "interminables obstáculos" como la obligación de pago a proveedores en menos de 60 días -algo inasumible para la gran parte del sector azulejero-, lo que ha "oblgiado a que únicamente el gobierno valenciano -dirigido por Ximo Puig hasta mayo, y desde entonces, por Carlos Mazón-, más cercano y consciente del riesgo de la provincia, haya podido maniobrar transformando sus ayudas en créditos bonificados para dar oxígeno a las empresas mientras aparece una solución que no llega".