CASTELLÓ. Tecnargilla, la exposición de suministros para la industria de revestimientos de superficies de referencia internacional que se iba a celebrar del 28 de septiembre al 2 de octubre de 2020 en el Centro de Exposiciones de Rimini en Italia, se ha pospuesto a 2021, según han informado fuentes de la propia organización, que señala que la decisión fue tomada por Acimac (Asociación Italiana de Fabricantes de Maquinaria y Equipo de Cerámica) e IEG (Grupo de Exhibición Italiano) con el objetivo de asegurar que el evento se pueda realizar en las mejores condiciones posibles en el marco de la actual crisis sanitaria a consecuencia del coronavirus.
Tecnargilla acoge a empresas de todo el mundo y tiene más del 50% de visitantes extranjeros de más de 100 países, con una elevada presencia de la industria castellonense. Aunque desde la organización se espera que las restricciones actuales se alivien en los próximos meses, las dificultades que enfrentan los viajes internacionales han llevado a los organizadores a posponer el evento.
Así, Tecnargilla se llevará a cabo en el otoño de 2021, y a partir de esa fecha reanudará su frecuencia bienal sin saltarse una edición. "La decisión se ha tomado después de mucho pensar y con un fuerte sentido de responsabilidad", según ha expuesto el presidente de Acimac, Paolo Sassi.
Con esta decisión, sobre la feria cerámica de Cersaie de la ciudad italiana de Bolonia -que se había pospuesto un mes y medio este año para proyectarse para noviembre- crece la presión sobre su posible o no celebración debido a la incertidumbre internacional que rodea a los efectos de la pandemia, además de estrechar el margen temporal entre los dos salones internacionales de mayor peso del sector, como es la propia edición italiana y la española Cevisama de Valencia, que está previsto que se celebre a primeros de febrero. De celebrarse ambas ferias con las actuales previsiones, apenas distarán poco más de dos meses, lo que para numerosas empresas del sector se considera "inasumible", por los costes que conllevan, los problemas logísticos y la escasa capacidad del sector de renovar sus catálogos en apenas unas pocas semanas. Y todo ello, bajo un ambiente de crisis y de gran incertidumbre en el marco internacional.