VALÈNCIA. Aunque la recomendación general a la hora de invertir sea la de diversificar, crecen los fondos que apuestan por un tipo de emprendimiento específico. Tampoco es que estemos alcanzando el grado de sofisticación del ecosistema estadounidense donde la abundancia de dinero les lleva a apostar por proyectos con el foco puesto en la temática de las mascotas, como el de Allianz Pet and Animal Wellbeing; o por el mercado LGTBI, como la firma LGBT Capital; o Inspire Investing, donde hablan de inversiones “bíblicamente responsables” apoyando proyectos que “inspiran la transformación para la gloria de Dios al empoderar a los inversores cristianos”. Pero sí que a escala global se observa una tendencia en los fondos a concentrar el capital en materias concretas basándose muchas veces en el avance de nuevas tecnologías o en proyectos que responden a grandes retos sociales y medioambientales.
Con el foco puesto en proyectos de inteligencia artificial (IA), Rubén Colomer y Patricia Pastor acaban de fundar en Valencia Next Tier Ventures, un fondo de capital riesgo dotado inicialmente con 50 millones de euros para invertir en, aproximadamente, 30 startups repartidas entre Europa, EE.UU y Latinoamérica. Procedentes ambos fundadores de GoHub Ventures, el fondo de inversión corporativo derivado del grupo Global Omnium, aprovechan ahora el conocimiento adquirido en deep tech y tecnologías disruptivas para subirse a la ola de la IA cuyo alcance puede impactar en todos los sectores económicos. La intención es acompañar a las startups desde los primeros estadios hasta el crecimiento con tiques que van desde los 500.000 o 600.000 euros hasta los 3 millones. El fondo está todavía pendiente de recibir la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para empezar a operar.
También Itnig, el ecosistema de emprendimiento con sede en Barcelona, acaba de estrenar su propio fondo de capital riesgo: Itnig Capital. El volumen anunciado para el fondo es de 15 millones de euros participando en rondas pre y semilla de startups tecnológicas digitales. Una de las startups apoyadas desde sus inicios por Itnig fue Factorial, hoy convertida en unicornio, de aquí que sus fundadores, Bernat Farrero, Jordi Romero y Marcel Queralt, estén detrás de nuevo fondo.
Otra iniciativa reciente se orienta a proyectos industriales enmarcados dentro de las categorías de energía, telecomunicaciones y smart home. Se trata de Eria, un vehículo de corporate venturing puesto en marcha por el grupo energético y de telecomunicaciones Estabanell para promover la innovación abierta en los sectores referidos. El propósito de Eria es terminar impulsando programas de venture client, venture building y corporate venture capital.
También para impulsar el mercado de energías renovables, Exus Management Partners crea Exus Partners Energy Fund I, un fondo con un enfoque de co-inversión, de bajo riesgo y diversificado para el desarrollo y adquisición de activos eólicos y solares en los mercados de Europa Occidental. La apuesta, en este caso, es por el growth capital.
Alineado al objetivo de frenar el cambio climático, nos encontramos en España con Bankinter Eficiencia Energética y Medioambiente, un fondo activado por la entidad que se rige por criterios de sostenibilidad.
Salud y nutrición; finanzas y propiedad y el futuro del trabajo y productividad son los tres sectores que hoy consideran prioritarios para la sociedad en Plus Partners, el nuevo fondo que se anunciaba el pasado verano promovido por Enrique Linares, fundador de Letgo, y Oriol Juncosa, inversor con más de 75 startups invertidas. El fondo operará bajo la gestora Purpose Capital en el sur de Europa apoyando a startups en fase semilla. “Con nuestra metodología única basada en una estrategia de inversión verticalizada y el apoyo profesional a los emprendedores, queremos reducir significativamente el riesgo asociado a las inversiones de pre-semilla y semilla, al tiempo que maximizamos el rendimiento para fundadores e inversores”, declaraba Oriol Juncosa con motivo del lanzamiento del fondo cuya página web todavía está en construcción.
También para impulsar proyectos de impacto en diversidad e inclusión crea Iker Marcaide Zubi Capital Diversity Catalyst FCRE, pionero nacional en estas lides y al que ha conseguido atraer a Angels, la firma inversora de Juan Roig. Sus operaciones, orientadas a startups de impacto en etapas iniciales, se centran en España y Europa.
Ya con el propósito de impulsar la diversidad e incrementar el peso femenino en los ecosistemas emprendedores, surgen organizaciones como WA4Steam, constituida como una comunidad internacional de mujeres inversoras que buscan expandir la presencia empresarial de la mujer en los campos de STEAM. Gracias a este fondo han obtenido financiación compañías como Spotlab (IA para mejorar la atención sanitaria), Enzymlogic (para impulsar el descubrimiento de fármacos) o GoodGut (diagnóstico médico).
Asimismo, para invertir solo en empresas tecnológicas en etapas iniciales fundadas y lideradas por mujeres, aterrizó el año pasado en España HearstLab, brazo inversor de la estadounidense Hearst Corporation, donde cuentan ya con más de 70 startups participadas. La misión del fondo es clara: acabar con la brecha de género existente, donde las compañías lideradas por mujeres apenas llegan al 2% de la financiación total. De la primera convocatoria abierta para España y Portugal, la empresa ganadora nacional fue Wivi Vision, una compañía de salud digital liderada por Eva García donde desarrollan tecnología inmersiva e interactiva que facilita la evaluación y mejora de disfunciones visuales.
Al margen de los fondos convencionales, surgen nuevas fórmulas de financiar empresas que abren el abanico de la inversión a un público mayoritario. En este ámbito, uno de los primeros en posicionarse en España fue Capital Cell, una plataforma de inversión alternativa para empresas emergentes dentro del sector de la biotecnología y las ciencias de la vida.
Rizando algo más el rizo, se constituye Reental, una fintech española especializada en inversión inmobiliaria tokenizada. También aquí hablan de democratización inversora dado que la adquisición de un token otorga un derecho, ya sea la propiedad de un activo, el acceso a un bien o servicio, o la realización o recepción de un pago. Entre otras bondades, Eric Sánchez, CEO de la compañía, aseguraba que, gracias a la tokenización, este tipo de inversión está al alcance de cualquiera, con un solo click y desde cualquier parte del mundo, ofreciendo, además, altas rentabilidades.
