La línea de Muy Alta Tensión Morella-la Plana ya tiene vía libre: obtiene la declaración de impacto

CASTELLÓ. Uno de los proyectos que más polémica ha alzado en lo que va de siglo en la provincia, la línea de Muy Alta Tensión Morella-la Plana, ya tiene vía libre. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico acaba de publicar en el Boletín Oficial del Estado la declaración de impacto ambiental de la infraestructura eléctrica, que contará con una tensión nominal de 400 kilovoltios (Kv) a lo largo de 86,7 kilómetros. 

La orden de aprobación la firmó el pasado 26 de febrero el director general de Calidad y Evaluación Ambiental, Ismael Aznar. Por lo tanto, la ministra Teresa Ribera ya conocía en su reciente visita a la provincia, el pasado 4 de marzo, la validación del proyecto, del que no informó. 

La declaración de impacto culmina una tramitación de 15 años, concretamente desde que el 4 de julio de 2005 el Ministerio de Medio Ambiente recibiese el proyecto original de Red Eléctrica de España. Desde entonces, los cambios han sido múltiples, sobre todo debido a la oposición social a la futura infraestructura, que atravesará 16 términos municipales de la provincia: Almassora, Castelló, Borriol, Sant Joan de Moró, Vilafamés, Vall d'Alba, les Useres, Culla, Atzeneta, Torre d'en Besora, Benassal, Vilafranca, Ares, Castellfort, Cinctorres y Morella.

Torres de hasta 46 metros

Para salvar la distancia entre las subestaciones eléctricas de Morella y la Plana, en Almassora, el proyecto definitivo prevé 86,7 kilómetros de doble línea. En ellos se ubicarán 189 torres eléctricas, "de 42 a 46 metros" de altura. Un edificio de seis plantas no suele llegar a los 30 metros. En su día se planteó el soterramiento de la línea, pero Red Eléctrica lo ha descartado porque presenta "una serie de inconvenientes de índole tanto técnica como ambiental, tanto en la fase de construcción como con la de explotación". 

La línea se ubica cerca de diferentes edificaciones y parajes naturales, afecta a zonas de cría de rapaces, entre ellas el águila perdicera; y sensibles para otras, como el águila real, y cruza el lugar de importancia comunitaria (LIC) l'Alt Maestrat y la zona de especial protección para las aves (ZEPA) l'Alt Maestrat, Tinença de Benifassà, Turmell i Vallivana, ya que la subestación de Morella se ubica en su interior. 

Conectada con los proyectos eólicos

La infraestructura, para la que en su día se estimaba una inversión en torno a 44 millones de euros y que ahora no detalla la declaración de impacto, fue proyectada y se desarrollará con el objetivo de "reforzar el eje existente entre Aragón y Valencia de la red de transporte de energía eléctrica, permitiendo incrementar la calidad de suministro del sistema", recoge la declaración de impacto. No en vano, la subestación morellana es la que recogerá la energía generada por los nuevos parques eólicos proyectados en Teruel por el Clúster Maestrazgo, que avanzó Castellón Plaza, así como la ampliación de los parques castellonenses. 

Pero esta necesidad no evitó en su día la oposición social a la MAT Morella-la Plana, como comúnmente se conoce la infraestructura. Para reducir la polémica, Red Eléctrica ha incluido en la recta final de la tramitación las alegaciones de diferentes ayuntamientos, entre ellos el de Castelló, y de la Dirección General de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana. Pero también ha desestimado otras. 

Campas de 1.600 metros cuadrados por torre

Para la ubicación de diferentes torres, Red Eléctrica deberá abrir 19 kilómetros de nuevos caminos, accederá campo a través a lo largo de otros 11 kilómetros y acondicionará 12 kilómetros de pistas, además de utilizar "unos 20 kilómetros de caminos en buen estado". Además, para alzar cada uno de los 189 apoyos previstos el promotor deberá habilitar campas de trabajo "de unos 1.600 metros cuadrados" al lado de cada torre, que utilizará de forma temporal. 

Con todos estos condicionantes, este es el trazado final de la MAT: