CASTELLÓ (EP). 'Anori, inuit windsled', la primera película sobre la expedición polar Trineo de Viento, liderada por el explorador Ramón Larramendi, ha sido reconocida en apenas un mes en dos certámenes en Venezuela (donde ha obtenido el Premio a la Mejor Película en el Festival Ascenso) y Estados Unidos, de donde acaba de regresar con el Premio Frontier al Mejor Documental del Raw Science Film Festival de Nueva York bajo el brazo.
De este modo, el film, dirigido por el alpinista castellonense y cámara especializado en deportes de montaña y aventura Carlos Pitarch, sigue ampliando su trayectoria en festivales de cine internacionales y reforzando palmarés. Además, señalan responsables de la producción, el reto de seguir proyectando conciencia ambiental "no cesa" y la cinta, que documenta los estragos del cambio climático desde este trineo movido únicamente por cometas por territorio groenlandés, acaba de ser seleccionada además para el prestigioso Bansko Mountain Film Festival de Bulgaria, que se celebrará a finales de noviembre.
"El mensaje que proyecta la película está llegando al público; vamos recogiendo los frutos de un proyecto de larga trayectoria y sólido compromiso climático y científico como es Trineo de Viento, despidiendo así un año lleno de hitos", explica el 'ochomilista' Carlos Pitarch.
Y es que tras su estreno, hace casi doce meses, en el Torelló Mountain Film Festival, uno de los certámenes referentes del género en el mundo y en el que fue seleccionado entre más de 200 obras; y su pase en el Festival de Cine de Montaña de Castelló, 'Anori, inuit windsled' dio su primer salto internacional el pasado mes de mayo al sumergirse en la sección especial del Festival de Beldocs (Belgrado), el certamen de cine documental más destacado de los Balcanes.
Para Ramón Larramendi, el palmarés que acumula 'Anori' supone "absolutamente" un "reconocimiento internacional y un espaldarazo" al proyecto Trineo de Viento y al "enorme trabajo realizado por quienes integran la expedición y por todo el equipo de producción de esta película documental, que es la que mejor refleja la esencia del Trineo de Viento, un proyecto para potenciar la investigación limpia en las regiones polares, lo cual es absolutamente necesario".
Desde AV Films, el equipo de 'Anori' ha sumado la realización y edición de Luis Aguilar; la música original de Andrei Surotdinov; y la producción ejecutiva de Juanjo Clausell y Edgard Bernad. Maya-Marja Jankovic ha estado al frente de la dirección de producción; Goran Crevar y Janko Mara, del sonido y Mima Miroslava Jankovic de la supervisión artística.
La idea del documental era mostrar la vida a bordo del Trineo de Viento durante la expedición SOS Artic 2022, dirigida por Larramendi (inventor de este vehículo eólico 100% sostenible) y de la que formó parte Carlos Pitarch. "La película acerca esta inmersión en territorio polar con su perfil científico, su reto de aventura, las incertidumbres, los miedos y las alegrías de las y los tripulantes. Esa idea original que trabajamos con Ramón Larramendi se ha mantenido intacta", comenta el director.
Sus 69 minutos de duración condensan 18 horas de grabación de material bruto y un año de trabajo de edición. Sin off, con el único diálogo que aportan las voces del equipo de SOS Arctic 2022, el sonido del viento y una conmovedora combinación de silencios y pausas, 'Anori, inuit windsled' ('Anori' significa 'viento' en inuit), proyecta mensaje ambiental a través de esas imágenes que cubren el espacio al que no llega la palabra. "Es una denuncia y una llamada de atención sobre la fragilidad de los territorios polares y las consecuencias del cambio climático", señala Pitarch.
Pero va más allá, ya que la expedición buscaba documentar científicamente el impacto del cambio climático a bordo de este trineo de cero emisiones donde exploración, ciencia y educación ambiental se funden. "Un auténtico laboratorio móvil que permite llegar a zonas muy remotas y extremas del Ártico y la Antártida para hacer ciencia", apostilla Larramendi. De hecho, 'Anori' "refleja a la perfección los proyectos científicos que desarrollamos junto a la Universidad Autónoma de Madrid y al Centro de Astrobiología, con la científica Lucía Hortal al frente", señala el prestigioso polarista.
Fue esta vertiente científica la que animó al equipo a dar el salto y proyectar el mensaje de 'Anori' a un festival externo a los circuitos de montaña. Así llegó al Raw Science Film Festival, que nace con el objetivo de inspirar la narración científica, fomentar su creación y promover la educación relacionada con la ciencia. "Pensamos que nuestra película podría encajar, así que la presentamos y en pocas semanas recibimos un correo de su directora, Keri Kukral, anunciando la selección", recuerda Carlos Pitarch.
"La alegría fue desbordante, y fue a más, porque una semana antes de la inauguración del festival nos comunicaron la concesión del premio Frontier al Mejor Documental por la labor de llevar el cine de ciencia a los entornos más extremos del planeta. Eso ya fue increíble".
Hasta Nueva York han viajado este mes de octubre Ramón Larramendi y Carlos Pitarch para recoger el premio. Un galardón que, indica el reconocido polarista, "supone una visibilidad muy importante para el Trineo de Viento a nivel mundial", pero también "un acercamiento al público y una llamada de atención sobre la fragilidad de los territorios polares y las consecuencias del cambio climático".
En la cartelera de 1981 se pudo ver El Príncipe de la ciudad, El camino de Cutter, Fuego en el cuerpo y Ladrón. Cuatro películas en un solo año que tenían los mismos temas en común: una sociedad con el trabajo degradado tras las crisis del petróleo, policía corrupta campando por sus respetos y gente que intenta salir adelante delinquiendo que justifica sus actos con razonamientos éticos: se puede ser injusto con el injusto