CASTELLÓ. BP Oil España pretende captar unos 800 millones de euros procedentes de Bruselas para la reorientación de su refinería del polígono del Serrallo. El Proyecto Azahar, como se denomina la iniciativa presentada al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que coordina el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y al que la Generalitat Valenciana ha remitido 20 propuestas, se enmarca en un programa global en el que participan más de 50 entidades públicas y privadas españolas.
Esta manifestación de interés en concreto, una de las muchas que ha recibido el Ministerio (el plazo de envío acababa el pasado miércoles día 20) pretende movilizar un volumen global de inversión de alrededor de 2.600 millones, de los cuales un 30% corresponderían a la refinería del Grau, lo que supondría 780 millones. Eso sí, en su convocatoria el Ministerio deja claro que los beneficiarios también deberán participar en la cofinanciación del proyecto, con lo que finalmente el volumen movilizado sería mayor.
Con ello, la Comunitat sería una de las autonomías más beneficiadas por el proyecto. Pero no solo la refinería castellonense participaría, sino también su industria auxiliar. Y es que una de las condiciones de estos "proyectos tractores", como los define el Ministerio de Industria, es que en ellos participe la cadena de valor industrial, "que deberá identificarse" en el propio proyecto.
Asimismo, en la iniciativa también se prevé involucrar a agentes sectoriales y universidades. No en vano, "la empresa líder del proyecto y las entidades participantes deben comprometerse a difundir los nuevos conocimientos adquiridos en el contexto del trabajo financiado más allá de sus únicos clientes y proveedores", señala la orden ministerial.
De esta manera, el proyecto prevé avanzar para la obtención de nuevas vías con las que producir en el futuro combustibles líquidos sostenibles, hidrógeno renovable, gas sintético y biogás mediante la utilización de energías renovables y materias primas biogénicas y bajas en carbono. Para ello se diseñarían y construirían diversas plantas industriales innovadoras en la refinería castellonense, pero también en Madrid, Aragón, Andalucía y las Islas Canarias.
Otra de las ramas de la iniciativa es la de utilizar residuos sólidos urbanos para producir gas con el que trabajar en las mismas instalaciones del polígono del Serrallo. Esto va en la línea de la economía circular que trata de potenciar la Comisión Europea. Y esta es también una nueva premisa de la compañía, que ha acelerado su transición hacia las energías limpias con el fin de alcanzar los objetivos comunitarios de descarbonización, lo que conllevará además una reestructuración organizativa que ya tiene aplicación en la planta castellonense.
De hecho, la propia refinería ya tiene entre sus objetivos esta reorientación energética, pero este es un camino que apenas ha comenzado a andar. Ahora, los fondos europeos de recuperación postcovid pueden dar el empujón definitivo en un proyecto que las más altas instancias de la factoría han negociado directamente con Presidencia de la Generalitat y guardan con celo.