VALÈNCIA (EP). La producción citrícola de Sudáfrica se solapa con la de la Comunitat Valenciana en el inicio de la campaña, lo que puede provocar que el 10% de los cítricos valencianos, que corresponde a las variedades tempranas, queden fuera del mercado europeo. Sin embargo, la UE "no evaluó de forma correcta" este impacto sobre la producción valenciana ni como afecta a su competitividad y pérdida de mercado en el tratado que suscribió con Sudáfrica.
Así se desprende de un estudio sobre el impacto en el sector citrícola de las importaciones de Sudáfrica encargado por Compromís a investigadores de la Universitat Politècnica de València que este viernes han presentado los diputados en el Congreso Joan Baldoví y en el Parlamento Europeo Jordi Sebastià. Al respecto, Sebastià ha recalcado que la CE "miente cuando dice que no hay solapamiento" y ha recalcado que este informe demuestra que tanto Europa como el Gobierno de España "están culpando al agricultor de una forma irresponsable en lugar de admitir sus errores políticos".
De hecho, este análisis demuestra que "no hay ningún estudio que evaluara el impacto sobre el sector citrícola de la apertura comercial, solo hay una frase que dice que la UE piensa que para los productores españoles esta nueva situación no supondrá ningún problema, pero sin evaluar el impacto", lo que supone "una irresponsabilidad máxima".
A este respecto, el informe evidencia que hay "un solapamiento obvio" entre las producciones tardías africanas que pueden entrar libremente a la UE con las variedades tempranas valencianas, sobre todo las satsumas Iwasaki y Okitsu de finales de agosto y con las clementinas Oronules, Beatriz, Marisol y Orogrande de septiembre. "La CE miente cuando dice que no hay solapamiento y este informe lo prueba", ha recalcado.
Sebastià ha señalado que el resultado de estos tratados es que el 10% de la producción valenciana, que es de variedades tempranas, puede quedar fuera del mercado europeo por la presión de Sudáfrica, mientras que al final de la campaña la presión proviene de Egipto y de otros países terceros, lo que "supone la pérdida del espacio europeo", el principal mercado para la agricultura valenciana. Por tanto, "la presión al principio y final sobre los productores valencianos es muy dura", ha constatado. Así, ha recordado que la pasada campaña en septiembre Sudáfrica exportaba más a Europa que la Comunitat Valenciana.
Sebastià ha señalado que los problemas del sector son "diversos", pero ha recalcado que es "una barbaridad" culpar a los productores de unas decisiones políticas "que han ido en su perjuicio". "Es una vergüenza", ha recalcado.
En ese sentido, ha señalado que aunque el sector subsane todas sus deficiencias "si se continúa con la política de desregularización de los mercados internacionales vamos a perder sí o sí". Por ello, ha exigido al Gobierno español que "plante cara" a Bruselas para que se "reconozca que este tratado no se realizó en las condiciones que tocaba" porque "puede revisarse si hay voluntad política".
Por su parte, Baldoví ha advertido de que una campaña como la actual puede "hundir a las pequeñas producciones". Por ello, exige tomar ya medidas para paliar los daños como la condonación del IBI agrícola y ayudas directas a los productores que se les ha quedado la fruta en el árbol.
Asimismo, ha reclamado la cláusula de salvaguarda para garantizar que "la naranja valenciana sea competitiva" y la exigencia de la reciprocidad porque "si los agricultores valencianos producen con unos estándares de calidad la UE debe exigir los mismos requisitos a los terceros países".
"Queden cinco meses para empezar una nueva campaña y es momento de renegociar el tratado y que el Ministerio de Agricultura trabaje ya en este camino para que la próxima no sea igual de ruinosa", ha apostillado Baldoví.