CASTELLÓ. La Unión Temporal de Empresas (UTE) compuesta por Becsa SA y Telecso SL se postula para la redacción y ejecución de la reforma integral de la avenida Lidón, valorada en 3,3 millones de euros. Se trata de la única concurren en el proceso de licitación, por lo que, una vez aceptada su documentación, la Mesa de Contratación elevará una propuesta de adjudicación en las próximas semanas.
Tras la apertura de la plica con los criterios técnicos, únicamente queda la valoración de los parámetros económicos para culminar el expediente. La UTE ofrece distintas mejoras en relación al proyecto inicial. Por ejemplo, la colocación de anillos en los alcorques para evitar la expansión de las raíces, georradar o la reposición de baldosas.
La Junta de Gobierno Local aprobará antes de agosto la concesión de la obra civil en favor de Becsa-Telecso. A partir de ese momento, se iniciará la cuenta atrás para el comienzo de la actuación. El penúltimo trámite administrativo corresponderá a la firma del contrato, que dará paso al acta de comprobación de replanteo. Este acto jurídico que acredita la disponibilidad de los terrenos marcará el plazo de 15 meses para acometer la transformación de la avenida Lidón.
La reforma integral está incluida en el programa de subvenciones a proyectos singulares de las entidades locales que favorezcan el paso a una economía baja en carbono, siempre dentro del marco del programa operativo Feder de crecimiento sostenible 2014-2020. Dicho de otra manera, el 50% de la financiación procede de fondos europeos, lo que obliga a cumplir un escrupuloso calendario de ejecución. De ahí el interés del consistorio por resolver cuanto antes el expediente. El hecho que únicamente participe una postulante contribuye a que la tramitación resulte mucho más ágil.
Si los tiempos se ajustan a la hoja de ruta establecida, la ejecución arrancará en octubre. Esto significa que la simbólica entrega de llaves de la obra civil se podría producir en marzo de 2023, coincidiendo incluso con la finalización de la rehabilitación del edificio de Borrull, que empezó el 20 de mayo.
La mejora urbana y ambiental de la avenida afecta a una sección lineal de 1,43 kilómetros, dividida en tres tramos: el primero, entre la plaza María Agustina y la rotonda del Tombatossals: el segundo abarca el trozo entre la citada glorieta y la conexión con el anillo de circunvalación: y el tercero, hasta la Basílica de la Mare de Déu de Lledó. Otras características obedecen al incremento de plazas de aparcamiento, pasando de las 397 actuales a 435; el aumento de la longitud de itinerarios seguros, de 910 a 1.413 metros; y la introducción de un carril bici a lo largo de toda la avenida, de 1,4 kilómetros.
Cabe señalar que la reforma de Lidón sigue generando controversia por el rechazo de algunos colectivos tanto vecinales y como de minoristas. De hecho, desde hace semanas se repiten las protestas en la plaza Mayor, como la protagonizada el pasado 27 de mayo, aprovechando la celebración ese día del pleno ordinario del mes en la Casa Consistorial.