CASTELLÓ. (EFE). La recuperación del patrimonio bélico ligado principalmente a la Línea XYZ, que defendió Valencia del avance del ejército franquista durante los últimos 9 meses de la Guerra Civil, centra el trabajo de la empresa especializada Arqueocas y su empeño en recuperar estos vestigios, dignificarlos y ensalzarlos, impulsados por el auge del llamado turismo bélico.
Trincheras, nidos de ametralladoras, blocaos y otros elementos y restos de las construcciones defensivas y ofensivas que se construyeron por más de 15.000 soldados son los elementos que en los últimos años está recuperando esta empresa, cuyo gerente, José Albiol, ha relatado la importancia de incorporar este recurso al patrimonio local. Albiol, que se autodenomina "arqueólogo bélico", fundó en 2012 Arqueocas con un objetivo claro, el de la difusión patrimonial, y con la experiencia y el conocimiento ganados sobre la historia de muchos pueblos de la Comunitat Valenciana.
Nacido en Moncofa, fundó una empresa con varias patas: la arqueología, la difusión del patrimonio, el turismo y la pedagogía del patrimonio, esto último mediante campañas de concienciación en centros educativos, visitas y difusión de valores de apego, respeto y aprecio por el patrimonio. En los últimos años se ha sumado el trabajo sobre la memoria histórica, ya que con la Ley de Memoria Democrática los ayuntamientos pueden acceder a subvenciones para recuperar y ensalzar los vestigios de la Guerra Civil de sus términos municipales.
La provincia de Castellón, explica Albelda frente a las recientemente recuperadas trincheras de Almenara, está marcada por las posiciones establecidas dentro de la llamada Línea XYZ, un entramado defensivo con elementos diversos y construido por personas "que estaban aquí trabajando mientras sus compañeros estaban muriendo", algo que "hay que dignificar" y ver "con respeto". Y hace referencia a alguno de los "grafitis" de la época encontrados en los que se puede leer frases como esta: "Cada metro de trinchera representa la vida de un camarada".
De partida, indica el arqueólogo, "no agrada ver estos restos como elementos turísticos", pero "se pueden considerar recursos turísticos abordándolos de otra manera, dotándolos de contenido, explicando el porqué, contando cómo vivían los propios soldados e incluso leyendo testimonios de su puño y letra".
Castellón es la provincia "de la Batalla de Levante", recuerda Albelda, quien explica que el frente de guerra quedó establecido en esta línea y el ejército franquista "se topó" con ella "y no pudo avanzar" hacia Valencia. Esto se prolongó los últimos 9 meses de la Guerra Civil, un periodo que "da para mucha fortificación", tanto de la línea defensiva republicana como de la franquista que intenta avanzar. Un patrimonio "prácticamente inabarcable", del que "no se ha recuperado aún ni un uno por ciento".
Con el turismo de proximidad en auge a consecuencia de la pandemia y con el creciente interés por el turismo bélico, "ningún municipio quiere quedarse atrás", señala el experto, quien defiende que "cada vez hay más demanda".
Hay municipios que recuperan su patrimonio de manera individual, ya sea con subvenciones de memoria democrática o de turismo, y otros han dado un paso más y emprendido proyectos ambiciosos, como el caso de "Turismo Memoria", impulsado por los diez municipios que componen el Consorcio Gestor Pacto Territorial por el empleo de la Plana Baixa.
Es la primera vez en la Comunitat Valenciana, explica Albelda, en que se crea un producto de estas características, que engloba en un discurso homogéneo y unificado a diez municipios que tendrán la misma manera de contar y mostrar sus vestigios. Así, La Llosa, Almenara, Artana, Alfondeguilla, Xilxes, Moncofa, Nules, Eslida, la Vall d'Uixó y la Vilavella ofrecerán este recurso bélico como estrategia turística y de puesta en valor, y que podrían establecer su área de recepción de visitantes en el centro de interpretación de la Línea XYZ de Almenara.
Arqueocas sigue inmerso en proyectos como la tercera fase de excavaciones en Almenara; en Nules -con la recuperación de uno o dos blocaos más, un proyecto de recuperación del refugio antiaéreo y colaborando en un futuro museo sobre la Guerra Civil-; en Xilxes, y en la segunda fase del aeródromo de Vilafamés, que está en trámite. También afronta el impulso de la continuación de la línea del Mijares en Zucaina; en un nido de ametralladoras en Moncofa y en la tercera fase de trabajos en Teresa.
Unos esfuerzos municipales que van no solo en la línea de atraer visitantes, según puntualiza el arqueólogo, sino también en que los propios vecinos puedan valorar su patrimonio. "Hay ganas de invertir" especialmente "con la falta de inversión en otras áreas como fiestas, que ha facilitado que se destinen recursos a la recuperación patrimonial", señala.
