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los edificios necesitan cada vez más de equipos de refrigeración para suavizar la temperatura

La Comunitat Valenciana triplica en dos décadas su necesidad de usar aire acondicionado ante el calor

27/08/2023 - 

VALÈNCIA. A pesar de que el calor parece dar un respiro a la Comunitat Valenciana tras la ola más larga del verano, los meses de julio y agosto han traído este año jornadas de récord a muchos puntos de la autonomía, una situación que incide en el incremento paulatino de las temperaturas que se sufre no solo en suelo valenciano sino en todo el planeta. Como es lógico, la creciente intensidad de la climatología hace cada vez más indispensable que los hogares cuenten con aires acondicionados u otros equipos con los que enfriar el interior de los edificios, y en el caso de las provincias valencianas esa necesidad ha llegado a triplicarse en solo dos décadas.

Así se refleja en una estadística que publica cada año la oficina europea de estadística (Eurostat), y en la que se mide mediante un indicador la necesidad que tienen los edificios de cada provincia de la Unión Europea de contar con sistemas de refrigeración para suavizar el calor. Este índice, llamado ‘cooling degree days’ (CDD) y que podría traducirse como ‘días de enfriamiento de la temperatura’, se calcula con la premisa de que la temperatura media más alta que no requiere de aires acondicionados es de veintiún grados. Por lo tanto, cualquier día que supere ese registro en al menos tres grados se contabiliza como un exceso de calor, y su excedente se suma al CDD.

En el caso de la Comunitat Valenciana, y como sucedió con muchas otras provincias europeas, en 2022 se registró con diferencia el CDD más elevado desde el inicio de la serie histórica en 1979, con 535 puntos. Esta cantidad triplica a los 176 contabilizados dos décadas atrás, y sitúa a Alicante, Valencia y Castellón entre las regiones de la Unión Europea donde más ha aumentado desde entonces la necesidad de utilizar aparatos de refrigeración para paliar el calor. De hecho, el pasado año se vivió en suelo valenciano, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el verano más cálido desde que existen datos, por lo que en este de 2023, pese a ser igualmente caluroso, los días de enfriamiento de la temperatura quizás se vean reducidos.

De las tres provincias valencianas, la que está más expuesta al calor y, por tanto, cuenta según Eurostat con una mayor necesidad de aires acondicionados es Alicante, donde el CDD alcanzó el pasado año los 623 puntos. Se trata, así pues, de uno de los índices más altos de las más de mil áreas geográficas en las que la oficina de estadística divide la Unión Europea, y el tercero que más se ha incrementado en las últimas dos décadas por detrás de los que registran Mallorca y Menorca. Aun así, los valores más extremos de todo el continente se marcan en Malta, determinadas zonas de Grecia y, en España, en las provincias de Jaén, Sevilla, Córdoba y Cáceres.

Por su parte, Valencia acumuló en 2022 un índice de 538 puntos de CDD, a la vez que en Castellón el indicador escaló hasta los 453. Con todo, ambas provincias figuran también entre las veinticinco donde más se han incrementado los días de enfriamiento de la temperatura, donde, salvo en dos casos, todas las regiones que allí aparecen pertenecen a España e Italia. De esta manera, es posible comprobar cómo la subida de las temperaturas y la consecuente necesidad de enfriar el interior de los edificios son mucho más críticos en el sur de Europa, ya que coincide que son áreas de Sicilia, Cerdeña, Andalucía y las islas griegas las que presentaron los valores más extremos en 2022.

En el norte de España, y aunque en menor medida, también se deja notar el aumento paulatino de las temperaturas, ya que hace veinte años el índice de días de enfriamiento de la temperatura era de cero en diversas provincias de Galicia y en autonomías como Cantabria o Asturias. Ahora, en cambio, se han alcanzado los 49 puntos en Lugo o los 42 en A Coruña. De una forma similar, existen áreas del continente, sobre todo en países nórdicos como Finlandia o Suecia, donde se está normalizando sumar al menos algún punto de CDD, como sucede en Helsinki, donde no se marca cero desde 2017.

 

En este contexto, y más allá de la crisis climática, el aumento de las temperaturas y de la necesidad creciente de paliar el calor con aires acondicionados provocan que, una vez más, sea la población con menos recursos la que padezca con mayor dureza los efectos de esta situación. En este sentido, la pobreza energética comienza a ser un problema no solo en invierno sino también en verano, y por ello ya hay municipios que plantean iniciativas dirigidas a las personas que tienen dificultades para refrigerar su hogar en los meses de más calor. En València, por ejemplo, el consistorio ha impulsado varios proyectos financiados por la Unión Europea, como CoolTuraTe, que organiza formaciones y desarrolla la capacidad de los actores locales para enfrentarse a esta creciente dificultad.

Récords en julio y agosto 

Así pues, este verano se han vivido algunos episodios de calor que evidencian el incremento continuo de las temperaturas, como el hecho de que julio, con dos olas de calor y un carácter muy seco, se haya convertido ya en el sexto mes más cálido en España desde que hay registros. A nivel local, la ciudad de València sufrió entre los días 19 y 20 la noche de julio de mayor calor desde que existen datos, y en agosto algunos observatorios de la Comunitat Valenciana, como los de Llíria, Ontinyent, Xàtiva o el aeropuerto de Manises, contabilizaban valores históricos por encima de los 45 o incluso de los 46 grados.

Es por este motivo que, pese a que el pasado verano, tal y como afirmaban desde Aemet, fue muy excepcional por las altas temperaturas, las prolongadas olas de calor y los sucesivos récords demuestran que este año los termómetros se han vuelto a situar por encima de lo habitual aunque sin alcanzar escenarios tan extremos como los de 2022. Un escenario al que se ha llegado, eso sí, tras la primavera más calurosa en suelo valenciano al menos desde 1950, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología.

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