VALÈNCIA. La expansión de la pandemia sigue sin ralentizarse. Los últimos datos facilitados por la Conselleria de Sanidad este viernes continúan marcando una tendencia al alza que causa preocupación en el Gobierno valenciano. Si bien en esta ocasión el número de nuevos contagios (952) no es tan algo como el de las dos jornadas precedentes, tanto la incidencia acumulada (176) como los indicadores de presión hospitalaria siguen ascendiendo.
Atendiendo a los últimos datos facilitados con fecha del 24 de noviembre en lo que respecta a términos municipales, también se observa un ascenso del coronavirus focalizada en algunos puntos concretos de la Comunitat Valenciana.
Así, desde hace unos días, Castellón de la Plana y los municipios colindantes ha venido experimentado una subida de los contagios que, poco a poco, se ha ido extendiendo a localidades del interior, una situación que podría considerarse lógica por la movilidad entre la capital y los pueblos de alrededor.
En esta línea, también se venía detectado una expansión del virus en la comarca de La Safor que, ahora, parece también extenderse a municipios de La Ribera, algo que también resulta en cierta medida coherente por la gran transferencia de población que se mueve entre estas comarcas.
El crecimiento de contagios en los últimos días ha partido de Castellón de la Plana y sus municipios colindantes para extenderse por la costa y después por el interior. Ahora, casi 20 municipios en 40 kilómetros a la redonda se encuentran en riesgo extremo.
La capital de provincia junto a Almassora y Benicàssim marcan una incidencia a 14 días de en torno a 350 casos por cada 100.000 habitantes, cuando el límite para esa condición de alerta está situado en 250 casos. También en ese rango entra Oropesa, aunque con una menor incidencia. Cabanes se eleva hasta una IA de 470 casos mientras que Torreblanca se dispara hasta los 968.
La situación no mejora hacia el interior. La mayoría de municipios se mueve en más de 300 casos hasta extremos más preocupantes como Atzeneta del Maestrat, con una incidencia de 1.533 casos por cada 100.000 habitantes.
La otra zona que lleva varios días con algunos municipios en riesgo extremo y donde el virus ha comenzado a expandirse es La Safor. La localidad que está sufriendo un rápido incremento de los contagios es Tavernes de la Valldigna, donde se produjo esta semana un brote en el ámbito educativo con al menos 22 positivos, a los que hay que sumar otros 150 en estos 14 días, lo que ha conducido a una incidencia de casi 1.000 casos.
También en alto riesgo se sitúa Gandia (348), Xeresa (455), Daimús (469) y Oliva (444), entre otros. Además, la subida de contagios ha alcanzado a municipios de la Ribera Alta como Alzira o Carcaixent, que han entrado en riesgo extremo.